España derrotó a Rumanía, favorita en el campeonato del mundo
La selección española de balonmano derrotó anoche a la de Rumania, que aspiraba al título de campeona del mundo, por 22 goles a 20. Esta victoria sólo sirve al equipo español para disputar el séptimo puesto del campeonato, y asegurar el octavo, pero para Rumania prácticamente le apea de jugar la final contra la URSS.El encuentro parecía de entrenamiento para Rumania, una vez que España había perdido su principal aliciente, el de obtener una plaza para los Juegos Olímpicos
El partido fue dominado por España, sin paliativos. La selección de Emilio Alonso llegó a tener una ventaja de cuatro goles, y siempre el marcador le favoreció. Casi por primera vez, el público estuvo del lado español y los árbitros condescendientes con ambos equipos. Esta vez, la pareja de colegiados noruegos, y no de países del Este, no fueron tan rigurosos con Uría y Melo como en anteriores partidos.
Con el público de su lado, España casi jugó a placer en el primer tiempo. Rumania, confiada, presentó una defensa incomprensible, con marcaje estrecho a Goyo, que no le impedía organizar el juego y favorecía la apertura de la defensa rumana. Además, España jugaba con increíble rapidez, arriesgando en sus penetraciones, que se veían confirmadas con el gol. La defensa española estuvo más agresiva que en otras ocasiones, respaldada por el joven Rico, muy bien en los momentos decisivos. Con el tiempo se comprobó que la ventaja española no era circunstancial ni fruto de una salida en tromba; se fue consolidando, acabó con tres goles de ventaja.
El goleador rumano Estinga (50 goles en el torneo) no había obtenido ninguno, e incluso falló dos penaltis. Por el ataque español, la poca fortuna del tirador Melo fue contrarrestada con la velocidad y riesgo de Parrilla y Serrano.
En el segundo tiempo, tampoco despertó la selección rumana, aunque Estinga marcó cuatro goles. Evidentemente, España era superior, porque la diferencia, con altibajos, se mantuvo. Sólo a tres minutos del final se redujo a un gol, con pressing de los rumanos que, como todo lo que intentaron, les salió fatal. España fue mejor.
