Henry Kissinger,

ex secretario de Estado norteamericano, fue dado de alta el miércoles del hospital de Boston donde ha estado internado durante dos semanas después de que se le implantase un triple marcapasos como consecuencia de una insuficiencia coronaria. Kissinger abandonó el hospital de la misma forma que entró en él, bromeando. "Me siento en buena forma y con un gran ánimo", dijo. "Al segundo día de estar allí, las enfermeras de cuidados intensivos votaron unánimemente desprenderse de mí, pero los doctores insistieron y tuve que pasarme internado otras dos semanas". Kissinger, de 58 años de edad, declaró que él y su mujer, Naney, regresarían a Nueva York y después pasarían dos semanas en California. Su médico y amigo W. Gerald Austen, jefe de cirugía del hospital, aseguró que la operación había sido un éxito y que no se esperaban complicaciones. Añadió que Kissinger, que pesaba unos 90 kilos antes de la operación, había perdido cinco en el hospital y debía perder otros diez más.