Alianza Popular es la esperanza de la derecha para neutralizar el avance de los socialistas en Andalucía

La máxima preocupación de Alianza Popular en Andalucía es, en estos momentos, encontrar un Gerardo Fernández Albor con acento andaluz. No tienen problemas de financiación -la CEOE ha adelantado ya que va a ser generosa con el partido de Manuel Fraga-, y sus militantes tienen tanta moral de triunfo como los socialistas. Sin embargo, en AP son conscientes de que la. candidatura del doctor Fernández Albor a la presidencia de la Xunta gallega, significó, al menos, la mitad de la victoria. El resto, lo hizo Manuel Fraga y los fondos de la CEOE.En Andalucía, AP ha nominado oficiosamente líder regional y candidato a la presidencia de la Junta a Antonio Hernández Mancha, un joven abogado extremeño, afincado en Córdoba, de fácil oratoria y sin pasado político. En AP, cada vez que presentin a Hernández Mancha, apostillan: "Es sobrino de Antonio Hernández Gil, el presidente de las Cortes que aprobaron la Constitución". Sin embargo, el propio Hernández Mancha ha dicho en varias ocasiones que, si su partido encuentra en Andalucía un candidato con mayor carisma popular, él se retirará discretamente para ocupar un segundo puesto. Cuando se publicó en la Prensa que UCD había debido nombrar a Luis Merino candidato a la Junta, uno de los responsables de la campaña aliancista andaluza, Javier Carabias, comentó: "Con este rival, nuestro Antoñito sube muchos puntos".

No hay un sólo partido político en Andalucia, sea de izquierda o de derecha, que no afirme con rotundidad, como si tuvieran resguardo del pagaré, que el empresariado latifundista, los señoritos y los dueños de las empresas aceiteras van a contribuir a financiar la campaña aliancista. Esto a Fraga le sienta mal, y dice que de señoritos, nada, y que en sus listas irán tanto empresarios como veterinarios, abogados o campesinos.

Visita al arzobispo

Lo que todavía no saben es si podrán contar con el apoyo indirecto de la Iglesia. Hace algo más de una semana, pocos días antes de que el cardenal arzobispo de Sevilla, José María Bueno Monreal, sufriera el ataque cardiovascular, una delegación aliancista, encabezada por Antonio Hernández Mancha, aguardaba audiencia en el palacio arzobispal de Sevilla desde prirnera hora de la mañana. Previamente, habían cursado la correspondiente solicitud y se habían asesorado convenientemente, en una entrevista con un amigo jesuita, sobre el trato y los modales a adoptar con el cardenal. Tras una breve espera, el prelado les hizo pasar: "¿De qué cofradía sois, hijos míos?", les preguntó. "No eminencia, nosotros somos de AP". "Ah, bueno. ¿Y qué queréis de mí?".

Al cabo de veinticinco minutos, los tres comisionados aliancistas abandonaban las dependencias arzobispales con una única conclusión: su eminencia estaba enteradísimo de la situación social, económica y política de Andalucía, pero no lograron sacar nada en claro respecto al objeto concreto de su visita. No se comprometió a ayudarles ni tampoco hizo lo contrario. Poco antes de la despedida, Hernández Mancha, algo desconcertado, le dijo: "Bueno eminencia, contamos con sus oraciones". El cardenal, sonriendo, contestó: "Hijos míos, yo cada día rezo por España".

La campaña electoral, que estará fuertemente potenciada por la presencia de Fraga, hermano mayor de la cofradía de la Macarena, va a girar en torno a un programa de mejoras generales para Andalucía, que podrían suscribir tanto la derecha como la izquierda; no van a mentar siquiera lo del reparto de la tierra y solicitarán a los electores el voto de la duda, es decir, que "vista la incapacidad manifiesta de UCD para gobernar", en palabras de Javier Carabias, el "marxismo irreversible" de comunistas y socialistas y el "andalucísmo proárabe e inventado del PSA", se conceda el beneficio de la duda a AP y voten por ellos.

Herrero hará campaña para AP

Una visita institucional a Andalucía del presidente de la Junta gallega, Gerardo Fernández Albor, cerrará la campaña electoral de AP, en la que participará como independiente el ex portavoz centrista Miguel Herrero de Miñón, quien ya ha anunciado que pedirá el voto para la candidatura "más fiable de derecha, es decir, para AP, tanto si concurre en solitario como si lo hace en coalición con UCD, como sería mi deseo". Deseo que no comparte nadie en su ex partido.

Los directísimos ataques con que la ministra de Cultura, Soledad Becerril, les obsequió en su discurso de clausura del Il Congreso centrista de Torremolinos, han sentado muy mal en AP, que no esperaban tan encarnizados enemigos en las filas centrista. Manuel Fraga, aunque señaló en una cena con los informadores que él no iba a contestar a "los comentarios de una dama, porque manos blancas no ofenden", no dejó de recordar que le pareció "muy curiosa" la observación de Soledad Becerril de que UCD "no quería saber nada de esos políticos gallegos que no aparecen nunca por Andalucía", cuando, añadió Fraga, "tenía a su lado, sin pestañear, al presidente del Gobierno, también gallego y no muy dado a visitar tierras andaluzas".

La presencia actual de AP en Andalucía se reduce a cinco alcaldes y 146 concejales, incluidos los que se presentaron como independientes vinculados a Alianza Popular.