Carlos y Diana,
príncipes de Gales, han discutido en público y a voces, al menos en dos ocasiones, en el curso de sendas cacerías de faisanes celebradas en Sandringham, en la propiedad real situada en el condado de Norfolk, informaba ayer el diario londinense The Sun. Mientras la pareja se gritaba mutuamente, señala el periódico, presenciaron el altercado diversos miembros de la familia real; entre ellos, la reina Isabel II y su marido, el príncipe Felipe. Las discusiones, según parece, surgieron por la negativa de la princesa a disparar a requerimiento de su marido. Mas tarde ella manifestó que no le gustan las cacerías, lo que puede ser motivo de nuevas fricciones.
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