Un conjunto de árabes dispuesto a todo, entrenado por brasileños
El dúo brasileño Zagalo-Carlos Alberto, contratado sin cantidad límite, ha llevado a Kuwait de la nada a una final del Mundial, sin transición. Carlos Alberto ha realizado una preparación como si se tratara de aspirantes al título. Todos los medios y métodos estuvieron a su alcance. Cada uno de los preseleccionados es sometido a un intenso entrenamiento físico, técnico y psicológico. En pocos años, los jugadores han aprendido el 4-3-3 y el 4-4-2 y que los partidos duran 90 minutos.La enseñanza de Carlos Alberto ha dejado como rastro un fútbol kuwaití de ritmo carioca. A cambio, el compañero de Pelé o Gerson recibe tres millones de pesetas al mes, libres de impuestos. Su selección ha jugado unos treinta partidos internacionales, pero ante equipos de segunda fila. "Al final de 1979", explica Carlos Alberto, "seleccionamos un grupo de veinte jugadores para la preparación del Mundial y, desde entonces, prácticamente no hemos hecho retoques. Eso significa que tenemos un equipo de club, más que una selección nacional". Kuwait había puesto sus esperanzas en el calor de la Costa del Sol: "Hay equipos que no se acoplarán al calor español; nosotros, a partir de ahí, podremos dar alguna sorpresa". Con su colocación en Vigo, a Kuwait se le han quitado las esperanzas, y la organización se ha quedado sin muchas plazas hoteleras, ya reservadas.
También hay ídolos
La afición al fútbol se completó rápidamente con la creación de ídolos populares, como en cualquier otro país con más raigambre en este deporte. En Kuwait, los tres mejores responden a los cariñosos Gacela, Ojo de Tigre y Cañonero. El Cañonero árabe es Jamal Yacoub, de 22 años de edad, famoso por sus cabezazos. Para los periodistas árabes es el mejor delantero centro de Oriente Próximo. La Gacela es un futbolista de 1,85 de estatura, Fathi Karnil. El apelativo obedece a su elegante zancada. El Ojo de Tigre, Abdelazid Al Anbari, tiene 26 años y ya ha sido 84 veces internacional. Es el especialista de los lanzamientos de castigos cerca del área. Dispara con las dos piernas y es el goleador del equipo.
Varios de los jugadores seleccionados son profesionales del Ejército y de la policía, estudiantes, trabajadores de la banca o profesores. La media de edad está en los 26 años. El más veterano es Sultan Yacoub, con 29, y 61 veces internacional. Abundan los jugadores que pasan de los cincuenta encuentros intemacionales jugados, aunque en su palmarés sólo figuren como contrarios Tailandia, Malaisia, Corea del Sur y, excepcionalmente, la URSS o Checoslovaquia, a quienes pusieron en aprietos.
Los jugadores que lograron la calsificación para la fase final del Mundial-82 recibieron como premio, cada uno, un Cadillac y seis millones de pesetas. El dinero no es problema para el país, que en poco tiempo ha logrado colocarse al mejor nivel deportivo de Asia.
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