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Los familiares del doctor Iglesias niegan tener contacto con los secuestradores

Carlos Iglesias, hermano del cantante Julio Iglesias, negó ayer, a través de varios medios informativos, que hayan recibido una primera comunicación de las personas que retienen a su padre: «Naturalmente, tengo que desmentir categóricamente que hayamos entrado en contacto con los secuestradores. Con estas palabras, Carlos Iglesias pretende salir al paso de la información publicada ayer en estas páginas, obtenida en una fuente digna de crédito muy próxima a la familia Iglesias, según la cual ha habido al menos un contacto con los secuestradores. Cuando se cumplen diez días de la desaparición de Julio Iglesias Puga, la policía continúa afirmando que no posee una pista sólida que pueda llevar a la rápida solución del caso.Fernando Bernáldez, abogado de la familia del secuestrado, dijo ayer a este periódico que «estamos en la oscuridad. Mañana volveré a mi trabajo habitual, porque no tengo más remedio que atender los asuntos de mi despacho».

En medios de la abogacía existe indignación por el tratamiento que algún medio de información ha dado al dato de que el albarán con el que los presuntos secuestradores compraron el televisor estuviera a nombre del abogado penalista madrileño Jaime Sanz de Bremond. Dicho medio informativo, tras afirmar el pasado martes que Sanz de Bremond se ocupa frecuentemente de la «defensa de vulgares chorizos», decía ayer que «no cabe pensar que los delincuentes pusieron de pantalla a este abogado de forma casual», y apuntaba la posibilidad de que la policía hubiera consultado los ficheros de clientes del letrado.

Jaime Sanz de Bremond consideró las afirmaciones del citado periódico como «notoriamente perjudiciales e injuriosas para mi persona», especificó que compareció ante la policía voluntariamente y no a petición de las autoridades, como señalaba el diario mencionado, y negó que en momento alguno la policía hubiera tenido acceso a sus listas de profesional. Asímismo, Sanz de Bremond manifestó que la calificación de «vulgares chorizos» a sus defendidos le parece «inadmisible, tanto desde el punto de vista humano como desde las garantías que ampara la Constitución».

El letrado madrileño se ha reservado el inicio de acciones judiciales al respecto, a la espera de lo que decida la junta de gobierno del Colegio de Abogados, que tratará el tema en su reunión de la próxima semana.

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