Iván Lendl, imperturbable, logra su octava victoria consecutiva sobre Guillermo Vilas
Más de un minuto permaneció el público en pie, en dos ocasiones, para ovacionar al checo Iván Lendl en los dos últimos golpes que le proporcionaron la octava victoria consecutiva sobre el argentino Guillermo Vilas y sexta en 1981. Con este triunfo, Lendl consiguió el segundo punto para Europa, que pierde por 4-2 con América y alcanzó su 37 partido consecutivo sin perder. El líder del Grand Prix se impuso al argentino por 7-5 y 6-2. Antes, Manuel Orantes, que hizo cosas de bellísima factura, cayó ante el norteamericano Gene Mayer por 6-2 y 7-6.
Gene Mayer lució de nuevo un magnífico tenis, que le permitió deshacerse de un Orantes que, como en su encuentro con Vilas, dio golpes de magnífica factura; pero es justo reconocer que en estos momentos el granadino no está para enfrentarse a los mejores del mundo. Mayer hace un tenis fácil y sin complicaciones.No se inmuta, no se despeina y hace del deporte de la raqueta un juego de niños. Lo borda. Ya se sabe que no siempre los estilistas son los que están en primer lugar, pero para el espectador el verlo supone una enorme satisfacción.
Orantes no puede soltar el brazo. Ayer dijo que hacía muchos meses que no jugaba en pista rápida y que tan sólo ha podido entrenarse un par de días antes del torneo. Su servicio dista mucho del de Orantes vencedor de tantos y tantos premios importantes. Quizá quiera ocultar que su codo no está en buenas condiciones, aunque bien es verdad que hay que tener en cuenta que los hombres que tiene enfrente no son mancos.
Iván Lendl está pletórico y en plan de no perdonar. Su cabeza no se calienta fácilmente y pone mucho corazón. Esto le permite jugar siempre igual, indique lo que indique el marcador. Nunca se rinde y jamás pierde su fe en el triunfo. Al margen de su juego, esto le ayuda mucho a ganar, por mal que se le pongan las cosas. Ayer, Vilas le mantuvo a raya en el primer set. El argentino empezó ganando y, ya en el primer juego, le rompió el servicio. Lendl se lo rompió a su rival inmediatamente después.
En el segundo set aumentaron los errores de Vilas. Lendl siguió regular y seguro. No se inmuta por nada y parece que todo su temperamento lo guarda para cuando está fuera de la pista. Con McEnroe volvió a tener incidentes. Esta vez, en París, donde no quiso subir al mismo avión del norteamericano que les debía traer a Barcelona; pues, al parecer, después del triunfo del checo en Milán, ambos cruzaron palabras no precisamente agradables. En la pista es un hombre de hielo al que difícilmente se le sorprende en un renuncio. Sus golpes, especialmente el drive, son mortíferos, y muchas veces inesperados, hasta para el mejor de los aficionados; por eso, ayer arrancó la más larga y fuerte ovación en el Palacio de los Deportes con el público en pie y sin cansarse de aplaudir a este checo nada simpático, pero que, normalmente, seguirá haciendo estragos en el tenis mundial.
Se hace inevitable hablar de cifras en este tipo de torneos. Infinidad de firmas comerciales y multinacionales están detrás. El presupuesto, en este caso, es alto, pero los organizadores, por el momento y quizá hasta que termine la competición prefieren no hablar de ingresos, a pesar de todo el importante tinglado económico que acompaña a estos monstruos de la raqueta.
Magnífico Noah
En los partidos nocturnos, el francés Yannick Noah venció al norteamericano Gerulaitis por 6-4 y 6-1 y McEnroe al italiano Adriano Panatta por 6-4 y 6-4. El primero de esos encuentros fue el mejor y el público aplaudió largamente a Yannick Noah, que realizó una gran exhibición.En el segundo se produjeron más fallos que aciertos y el triunfo fue para el más joven y más potente de los jugadores participantes, o sea McEnroe. Tras esta jornada, América va ganando a Europa por cinco victorias a tres.
Programa para hoy: Mayer-Noah, (17,00 horas). A continuación, Orantes-Gerulaitis, Panatta-Vilas (21,15 horas), a los que seguirán, McEnroe-Lendl.
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