Marcelino Oreja puede optar a la presidencia de UCD en el País Vasco

El delegado del Gobierno para el País Vasco podría dimitir de este cargo para dedicarse a tareas internas de su partido. El propio Marcelino Oreja señaló ayer en Vitoria -en unas declaraciones difundidas por su gabinete de Prensa- que estaba contemplando la posibilidad de presentarse a la presidencia de UCD del País Vasco, y que antes de ocho días tomaría una decisión al respecto.Aunque la presidencia del partido no es incompatible con el cargo de delegado del Gobierno, Marcelino Oreja -consecuentemente con su idea de que la persona que desempeñe las funciones de representante del Gobierno en el País Vasco debe permanecer alejado de los menesteres del partido para poder realizar su papel de intermediario entre las dos Administraciones de una forma más libre- podría presentar su dimisión.

Este golpe de limón dado a conocer ayer por un rotativo bilbaíno provocó un mentís oficial del propio Marcelino Oreja, en los siguientes términos: «En estos momentos no tengo la intención de dimitir de mi cargo, pues cuento con la total confianza del Gobierno que me designó». En relación con su candidatura a la presidencia de la UCD vasca, en el curso del congreso extraordinario que dicho partido celebrará a principios del próximo mes de diciembre, el delegado del Gobierno precisó: «Como militante de la UCD del País Vasco, estoy contemplando dicha posibilidad, y tomaré una decisión en el plazo de ocho días». A pesar del tono ambiguo del primer punto, fuentes oficiales consultadas por EL PAÍS confirmaron que la dimisión de Marcelino Oreja se produciría en breve plazo «con toda seguridad».

Ha sido precisamente la crisis interna de UCD, que se ha reproducido en el País Vasco -en donde dicho partido ostenta tan sólo el 5% del electorado-, el principal factor que ha empujado a Marcelino Oreja a tomar la decisión de presentar su candidatura a la presidencia de los centristas vascos, en contraposición a la alternativa suarista del actual presidente del partido, Jesús María Viana.

Según pudo saber ayer EL PAÍS, el delegado del Gobierno para el País Vasco presentará su candidatura a la presidencia de su partido, a fin de intentar salvar a la UCD del País Vasco de un posible descalabro electoral. Aunque su intencionalidad programática sería la de llevar a cabo una política de integración, las divergencias entre Jesús María Viana y Marcelino Oreja -que alcanzaron su momento más tenso cuando el presidente de los centristas vascos pidió la dimisión del delegado del Gobierno- han quedado expuestas sobre el tapete, ya que ambos tienen concepciones muy diferentes de lo que debe ser la política centrista adecuada al País Vasco. De esta forma, se confirma plenamente el enfrentamiento entre ambos dirigentes.