El Madrid aprovechó sus oportunidades en San Mamés
, En obras de remodelación de cara al Mundial, San Mamés, un campo que tenía fama de mantener cierto estilo británico, presenta actualmente un aspecto que se queda a medio camino entre proyecto de lo que será y ruina de lo que fue. Como el Athlétic.El entrenador bilbaíno, Javier Clemente, a quien los aficionados llamaban en sus años de jugador el Bobby Charlton vasco, prometió britanizar el equipo y hasta siguió un cursillo de inglés en la Universidad de Deusto para entender mejor el juego del Ipswich Town, al que siguió la temporada pasada. De momento, sin embargo, lo único genuinamente británico que hay en San Mamés es la flema de algunos hinchas. Como el de ayer, que al abandonar el campo comentaba circunspecto: "Hemos perdido, pero por lo menos mañana no es lunes. Otras veces también perdemos, y encima al día siguiente hay que ir a currelar".
Boskov había di cho que del Athlétic temía, sobre todo, la calidad de Rojo. Por eso puso sobre él a Gallego. Y á éste le sobraron recursos para, además de impedir al capitán bilbaíno moverse a gusto, crear las mejores jugadas de ataque de su equipo. Además, Boskov cambió de banda a sus laterales, poniendo a Camacho sobre Argote, el bilbaíno más en forma, consiguiendo anularle excepto en los primeros minutos del segundo tiempo. Fue el número 3 de los blancos quien abrió el camino de la victoria blanca con el gran pase que serviría a Gallego para marcar su gol.
El Madrid, que hacía unos diez años que no ganaba en San Mamés, se limitó a aprovechar sus oportunidades. Cada jugador, y esa fue anoche la principal virtud de los merengues, hizo sólo lo que sabe hacer, sin intentar virguerías raras. Por eso ganaron. Por contra, el Athlétie no supo aprovechar las oportunidades que gozó en algunas fases del segundo tiempo, porque, aunque se acercara más veces a la portería contraria que sus rivales, y forzara doce saques de esquina, por tan sólo cinco del Madrid, se le notó muy embarullado de ideas. Argote, que había sido el domingo pasado el abrelatas del cerrojo del Valladolid, tuvo enfrente a un marcador que no hace concesiones. En el otro extremo, Dani tampoco pudo con García Cortés. Clemente se equivocó probablemente en las sustituciones, porque si nadie discutirá la conveniencia de sacar a Sarabia, no es lógico que lo hiciera para sustituir a Rojo, el único rojiblanco que es capaz, hoy por hoy, de poner cierto orden en el equipo.
En el Madrid, Camacho y Gallego fueron los mejores, aunque nadie desentonó. Juanito, contra los gestos que le hacía Boskov desde el foso, volvió a posiciones atrasadas. No estuvo ni bien ni mal. En los últimos minutos, con el Athlétic a la desesperada, la defensa pasó apuros bastante serios, pero sin embarullarse tanto como sus rivales. Por eso se lograron los dos positivos que Boskov -que había advertido que no se conformaba con el empate- prometió sacar de San Mamés.
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