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Astilleros del Atlántico negocia la compra de Astander y Unión Naval de Levante

La posible integración de Astilleros del Atlántico, Astilleros Construcciones (Ascon), Astilleros de Santander (Astander) y Unión Naval de Levante en un holding controlado y gestionado por la primera de las sociedades, que cerraría sus actuales instalaciones en San Martín, en el centro de la bahía de Santander, para trasladarse a los astilleros de Astander, al otro extremo de la misma bahía, está recibiendo la oposición de las secciones sindicales de UGT y Comisiones Obreras, y de las compañías auxiliares de Astander, que abogan por una absorción, en todo caso. inversa.

En opinión de los sindicatos, el proyecto de integración, tal como se está negociando, acarrearía la eliminación de 350 puestos de trabajo sobre la plantilla actual, además de la desaparición de la totalidad de las industrias auxiliares de ambas sociedades, es decir, otros 450 puestos de trabajo.Astilleros de Santander, sociedad fundada a finales del si lo pasado Y gestionada privadamente hasta 1965, es el segundo astillero del INI en reparación de buques con una facturación prevista para este año de 4.000 millones de pesetas. Aunque sus balances reflejan pérdidas en 1979 y 1980, la empresa espera haber superado este año la crisis. Tiene una plantilla de 635 trabajadores y otros tantos en compañías auxiliares. Su privatización, según las centrales, provocaría una importante pérdida de clientela, ya que, como es lógico, e INI desviaría sus reparaciones ha ia astilleros bajo su gestión.

Los sindicatos argumentan también su oposición en la que consideran precaria situación del grupo financiero de Astilleros del Atlántico, afirmando que en los últimos años, además de sus graves conflictos, especialmente en Ascon, de Vigo, ha tenido que contratar parte de los buques con su propio grupo, acudiendo en otros casos a adquisiciones a la baja y reducciones de plantilla. Astilleros del Atlántico tiene medio millar de trabajadores, una facturación anual de 2.500 millones de pesetas, y según la empresa, ha venido manteniendo sin regulación de empleo ni Incidente alguno su plantilla laboral desde 1970, "año a partir del cual la nueva dirección transformó una empresa en crisis en una rentable y productiva".

A la propuesta de que sea Aslander quien integre a Astilleros del Atlántico, ya que sus pretensiones apuntan hacia los astilleros del primero por su mejor operatividad, la empresa privada contesta que "desde el punto de vista económico parece aconsejable que las empresas rentables se hagan cargo de las que tienen pérdidas, y no al revés.

Al mismo tiempo, se sorprende de que los sindicatos puedan decir que Astander va a tener este año beneficios, se compromete a no reducir plantillas y, asegura que está en condiciones de crear "una industria próspera y competitiva en el sector naval, que puede producir notables beneficios para la economía cántabra, sin necesidad de ayudas mucho más necesarias actidades regionales". para

El Ministerio de Industria, a favor

Cuando a principios de 1977 el grupo financiero de Astilleros del Atlántico adquirió la mayoría del total de Astilleros Construcciones, SA (Ascon), hoy en sus malos en un 90% se iniciaba el proceso integrador que ahora se quiere culminar. El provecto de reordenación de las dos factorías que Ascon tiene en Vigo fue presentado y aprobado por el Ministerio de Industria en 1980. En esencia, el grupo se proponía realizar la transformación del astillero de "Meira, ampliando sus dimensiones para la construcción de buques de hasta 10.000 toneladas de registro bruto (TRB), destinar las instalaciones de construcción de la otra factoría de Ríos a reparaciones únicamente, construir un nuevo dique seco y aprovechar las instalaciones sobrantes para la instalación de una fábrica de contenedores.La plantilla conjunta y actual de las dos factorías de Ascon, de Vigo, es de 1.700 trabajadores, con un valor total de producción de 6.800 millones de pesetas. Para su reordenación, el Consejo de Ministros concedió una subvención a fondo perdido de 145 millones de pesetas, aproximadamente, y el Banco de Crédito a la Construcción (BCC), unos créditos por importe de 1.100 millones.

Pero los proyectos del grupo tenían su mirada puesta, sobre todo, en la factoría de Astilleros del Atlántico, de Santander, porque se trataba, según un documento de la empresa, de "la propia transformación". Para ello, ante la imposibilidad de ampliar la actual factoría por encontrarse ubicada en el centro de Santander, la sociedad intentó primero especular con los terrenos, agrupándolos con los de la fábrica de gas para levantar sobre el conjunto la prolongación de los edificios del paseo de Pereda y construyendo su propia factoría al otro lado de la bahía.

La operación fracasó a la muerte del anterior jefe del Estado, el general Franco, y Astilleros del Atlántico, tras este largo paréntesis, hace ahora la propuesta al Instituto Nacional de Industria (INI) de compra de Astilleros de Santander (Astander), previo cierre de la factoría de San Martín. En las negociaciones iniciadas a principios de mes en Madrid, que cuentan ya, según Astilleros del Atlántico, con el beneplácito del Ministerio de Industria, el grupo que dirige Roberto Slinin se compromete a mantener la construcción de buques en las nuevas instalaciones de Astander, a continuar los trabajos de modernización de la factoría gestionada por el INI mediante la ampliación de los diques existentes, y a mantener las plantillas de ambas sociedades.

Los distintos cambios en la presidencia de Astilleros Españoles y División Naval del INI han frenado hasta ahora estas conversaciones.

Culminar el proceso con Unión Naval de Levante

Los planes de expansión de Astilleros del Atlántico y su grupo financiero apuntan también hael a los astilleros valencianos Unión Naval de Levante, SA, con mayoría de capital del Banco Central y que siempre han recibido tratamiento de gran astillero por sus características productivas, idénticas a las de Astilleros Españoles de Sevilla y Olaveaga. En este hecho se basará Astilleros del Atlántico en sus pretensiones de igual trato financiero oficial para su transformación, si culminasen con éxito las negociaciones de compra o de control suficiente sobre su capital social.Las ayudas oficiales y los medios económicos con que espera contar Astilleros del Atlántico para llevar a cabo la reestructuración de su pretendido holding son muy diversos y han quedado expresados en un documento titulado Consideraciones sobre una posible integración de astilleros. Para reestructurar y modernizar la factoría de Valencia, el estudio contempla una refinanciación total del pasivo actual exigible en lo correspondiente a entidades bancarias y a entidades públicas, y mantener y ampliar en lo preciso el actual apoyo bancario, tanto en líneas de descuento, avales, capital circulante, etcétera.

El grupo espera, además, que las subvenciones a fondo perdido de la Administración para compensar pérdidas anteriores de Unión Naval de Levante lleguen en la misma proporción que las otorgadas a astilleros públicos, habida cuenta que, según la empresa adquirente, estas pérdidas "están originadas fundamentalmente por la imposición de unas plantillas excesivas".

Astilleros del Atlántico espera también que se solucionen inmediatamente las reclamaciones pendientes con la Compañía Transmediterránea y la revisión de los contratos de Unión Naval de Levante con entes públicos, ajustando sus precios al mercado actual, al estar fijados los anteriormente establecidos "en función de promesas oficiales que no han sido cumplidas".

El grupo pide, además, "condiciones prudentes en el tiempo" para la financiación de la adquisición de Astilleros de Santander y su saneamiento "económico, laboral e industrial", y un compromiso de la Administración para que durante el desarrollo del plan "se dé la máxima agilidad y celeridad a toda su actuación en orden a créditos, valoraciones, autorizaciones, etcétera". Con igual criterio, espera un "reconocimiento a favor del conjunto de empresas (de grupo) de una cuota de participación en las ayudas concedidas al sector que resulte proporcional a su incidencia en el conjunto" y, en cualquier caso, las máximas que puedan ser otorgadas" con arreglo a las normas del decreto ley de reconversión industrial.

Cuantificados esos medios, Astilleros del Atlántico necesitaría, según sus propios cálculos, 3.000 millones de pesetas para refinanciar el pasivo exigible por el Banco Central y sus grupos afines por la operación de compra de Unión Naval de Levante, 625 millones para refinanciar el pasivo exigible por Ensidesa y Bazan, seiscientos millones para pagar las deudas a entidades públicas, 850 millones de subvenciones para compensar las pérdidas de anteriores ejercicios (hasta el de 1980) en la factoría de Valencia, el cobro de 1.250 millones por reclamaciones pendientes a Transmediterránea, el cobro de ochocientos millones por revisión al alza en contratos oficiales ya establecidos, 2.000 millones en ayudas y créditos para modernizar Unión Naval de Levante (el 20% a fondo perdido, y el resto en las condiciones usuales del BCC), y un aplazamiento de diez años en el pago del precio que se establezca por la compra de la factoría de Astilleros Españoles en Santander (Astander).

El estudio de saneamiento económico de Unión Naval de Levante advierte de la necesidad de una reducción de plantilla (1.620 trabajadores, frente a los 2.110 actuales).

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