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Veinticuatro fallecidos en la que va de año en los ferrocarriles españoles

A partir del año 1973, los accidentes de ferrocarril se han incrementado notablemente en España, poniendo de manifiesto graves fallos de índole estructural; sin embargo, durante el presente año 1981, la cifra de muertos y heridos en este tipo de accidentes parece que tiende a decrecer. En efecto, durante 1980 murieron 61 personas y hubo más del centenar de heridos, frente a los 24 muertos y 96 heridos que, con el accidente de ayer, hay que poner en la cuenta de 1981.Especialmente graves fueron los registrados el 21 de junio de 1980 entre las estaciones de Vallada y Montesa, en la provincia de Valencia, a consecuencia de un choque frontal y en el que perdieron la vida cuatro personas y resultaron heridas otras diecisiete; el ocurrido tres semanas después en la estación de Torralba (Soria), que produjo dieciséis muertos y veintiún heridos, a consecuencia también de un choque frontal, y el registrado en Chirivella (Valencia) el 24 de octubre del mismo año, el más grave ocurrido en los últimos años, cuando un tren arrolló a un autobús repleto de trabajadores que atravesaba la vía en el paso a nivel de dicha localidad. En esta ocasión murieron veintisiete personas y resultaron heridas de gravedad otras veintiséis, así como diez de menos importancia. Este accidente movilizó a la opinión pública valenciana, que protagonizó numerosas actuaciones exigiendo la supresión del paso a nivel y la libertad del guardabarrera encausado y acusando a Renfe de la responsabilidad del accidente.

Un año después se anunciaba el comienzo de las obras por parte del Gobierno Civil para suprimir dicho paso a nivel, donde además habían vuelto a producirse desde entonces accidentes de menos importancia.

La crónica negra ferroviaria del año 1981 se inicia el 5 de enero en la estación de Miraflores de la Sierra (Madrid), al colisionar frontalmente un tren Ter y una locomotora. A consecuencia del violento choque murieron seis personas y otras veintitrés resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad.

Una semana después de este accidente, el 13 de enero, descarriló un tres de pasajeros en Guipúzcoa. El convoy, perteneciente a Ferrocarriles Vascongados, de vía estrecha, se salió de la vía poco después de abandonar la estación de Malzaga. El accidente produjo tres muertos y catorce heridos. El 8 de junio pasado resultaron muertos en el acto los seis ocupantes de una furgoneta al ser arrollado el vehículo por un tren-tranvía en un paso a nivel con barreras situado cerca de Segovia. Todos los ocupantes eran empleados de una constructora que trabajaban a pocos kilómetros del suceso y que se dirigían a Segovia a comer. El paso a nivel, situado en el paraje conocido como La Aparecida, está considerado como un punto negro dentro de la red viaria provincial.

Por último, cabe destacar también la muerte de cuatro personas de la misma familia ocurrida el 10 de julio pasado al ser arrollada la furgoneta en que viajaban por el Talgo Madrid-Barcelona, nuevamente en un paso a nivel sin guarda en las cercanías de Lérida.

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