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Reportaje:La influyente presencia hispana en Estados Unidos / 3

24 horas diarias de televisión en español

Nueve diarios de información general, una veintena de revistas, unas ochenta emisoras de radio y trece estaciones de televisión, con más de un centenar de centros emisores repartidos por todo el país, tal es el potencial actual de los medios de difusión hispanos en Estados Unidos. Las telenovelas producidas en la televisión mexicana, el programa de variedades 300 millones, Fortunata y Jacinta (producido por RTVE), los partidos de fútbol de Latinoamérica y Europa, y un Noticiario nacional que cubre informaciones de toda índole, a imagen de las grandes cadenas de la televisión estadounidense de habla inglesa, son los ejemplos más significativos de la programación de televisión en español en EE UU.

Con una audiencia aproximada de quince millones de personas, los medios de comunicación hispanos en EE UU tienen un mercado potencial de consumidores hispanos de unos 40.000 millones de dólares anuales (unos cuatro billones de pesetas), según los estudios de mercado."Las cadenas de almacenes, marcas de cerveza y otras firmas fueron las primeras en darse cuenta de que su publicidad en inglés no entraba en el mercado de consumo hispano", explica Frank del Olmo, editorialista del diario Los Angeles Times.

Hoy, la Prensa escrita, pero sobre todo la radio y la televisión en español, cuenta con una influencia en neta progresión en Estados Unidos, supliendo en gran medida las restricciones y limitaciones que encuentra. a nivel oficial la enseñanza bilingüe. Se calcula que un hispano dedica un promedio de nueve horas y 36 minutos semanales a la televisión, unas siete horas a la radio y otras dos a la lectura.

"Fuimos los primeros en lanzar una emisora de televisión hispana, en el año 1954, comenzando desde abajo y con muchos problemas", dice satisfecho Emilio Nicolás, presidente de la emisora Canal 41, en San Antonio (Texas).

"Estás trabajando en un medio equivocado, porque las nuevas generaciones no hablarán español, me decían muchos colegas", recuerda Nicolás. Pero no, se equivocó. Hoy Canal 41 se enorgullece de haber sido pionera de una red de televisión hispana que cubre casi todo el territorio estadounidense.

"Todavía estamos bastante marginados, sobre todo en la distribución de potencias". Los hispanos son los últimos de la serie en la pirámide de distribución de canales, donde las preferencias administrativas continúan yendo hacia emisoras de televisión anglófonas.

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Televisa, motor impulsor

Pero la política, el dinero y el sentimiento nacional hacen que la televisión hispana en EE UU se encuentre en una fase de expansión considerable, siendo, incluso, innovadora en algunos terrenos. "Fuimos también los primeros en establecer conexiones vía satélite en EE UU, en 1976, antes que los grandes de la televisión anglófona", expone Nicolás.Actualmente, vía satélite, la mayoría de emisoras de televisión hispana están unidas por la cadena SIN (Spanish International Network) con posibilidad de transmitir programas en directo desde cualquier parte del mundo. "Nuestro Noticiario nacional, emitido desde Washington, informa cada día de las noticias americanas y mundiales, con reportajes, corresponsales y comentaristas", añade Emilio Nicolás. La mayoría de centros emisores, los más importantes, tienen una programación de veinticuatro horas diarias.

No obstante, el milagro de la televisión hispana no surgió del cielo. México, a través de su potente red de televisión Televisa (cuyo telediario nocturno es transmitido en directo a través de la cadena SIN en EE UU), fue el motor que impulsó la televisión hispana en EE UU. Hoy, el 75% de la producción de la red cubierta por SIN en Estados Unidos procede de Televisa. Un factor importantísimo que muestra la influencia de México en la comunidad hispana estadounidense.

"Queremos contribuir a borrar de la mente del hispano que si está atrasado socialmente es porque habla español. Una de las labores que tenemos es devolverle al hispano el orgullo de hablar español", zanja sin rodeos Emilio Nicolás desde su influyente sillón de director y presidente del Canal 41 y promotor de la cadena SIN.

En 1981, las emisoras de SIN contaron con veinticuatro millones de dólares de ingresos publicitarios. Para 1982, gracias en parte a los derechos de transmisión del Mundial de Fútbol, esperan superar los treinta millones de dólares (unos 3.000 millones de pesetas).

En busca del lector hispano

"Cuando comencé a trabajar en Los Angeles Times, hace diez años, era el único hispano en una redacción de cuatrocientos periodistas. Hoy somos ya veinticinco", explica Frank del Olmo, miembro del equipo editorial de Los Angeles Times, uno de los grandes de la Prensa estadounidense por su difusión, influencia y prestigio.La ciudad de Los Angeles, con sus siete millones de personas en el área metropolitana, puede tener el 50% de población hispana hacia el año 2000. Una población hispana que guarda su tradición y mantiene vínculos familiares, lingüísticos, sociales, y a veces políticos, con su patria del Sur, México. El fenómeno no puede ser ignorado por la mayoría anglo ni por sus periódicos.

Frank del Olmo muestra las maquetas de un proyecto de suplemento en español que incluirá la edición de Los Angeles Times en un futuro próximo. El periódico dedicará particular atención, en español, a los temas hispanos y a las noticias del barrio Este de la populosa ciudad de Los Angeles, feudo de los hispanos.

Por su parte, Armando Guerra, redactor jefe de La Opinión, el diario hispano más antiguo de Estados Unidos, con una difusión de 60.000 ejemplares diarios en Los Angeles, expone "la obligación de informar en su propia lengua a los hispanos de muchos problemas que no reciben la atención o el interés de la gran Prensa anglófona". La Opinión mantiene una línea editorial en defensa de la educación bilingüe y de los indocumentados, que, dice Armando Guerra, "vienen en busca de trabajo, lo cual es un derecho humano y, en cierto sentido, un derecho histórico, si tenemos en cuenta que este territorio era mexicano".

Todo el oeste actual de Estados Unidos, de Colorado a California y hasta Texas, estuvo bajo colonización española durante 281 años, de 1540 a 1821, pasando al control de México de 1821 a 1848, momento en que los anglosajones vencieron a los chicanos. De ahí que los méxico-americanos no aceptan que les llamen extranjeros en tierras del oeste de Estados Unidos.

La Opinión, en Los Angeles; El Diario de las Américas y El Heraldo (editado por el Miami Herald), en Miami; El Diario, La Prensa y Noticias del Mundo, en Nueva York; Laredo Times, en Laredo, y El Continental, en El Paso, ambos en el Estado de Texas, junto con El Nuevo Día, El Mundo y El Vocero, forman el bloque de Prensa hispana en Estados Unidos.

En libros, la producción viene casi exclusivamente de México y España, con costos importantes, aunque varias grandes editoriales estadounidenses programan ediciones en español, con particular atención a las novelas rosa destinadas al público femenino de habla hispana.

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