Don Juan Carlos y doña Sofía conversaron ayer con los niños vencedores del concurso "¿Que es un rey para tí?"
Los niños ganadores del tercer concurso ¿Qué es un rey para ti?, convocado por la Fundación Institucional Española (FIES) fueron recibidos ayer en audiencia por los reyes don Juan Carlos y doña Sofía, que contemplaron y escucharon los dibujos y redacciones más significativos realizados por los participantes, cerca de 20.000. Las edades de los muchachos que han tomado parte en la competición oscilan entre los ocho y los doce años y cursan sus estudios en centros de Educación General Básica de Madrid, Asturias, Cataluña, región valenciana, Rioja, Extremadura y Andalucía.
María Concepción González y Luisa Moreno, ambas de diez años, consiguieron los primeros puestos, respectivamente, en los concursos de redacción y de dibujo. Mientras el dibujo ganador representa al Rey colocando varias tiritas para unir una España dividida en dos, la redacción de María Concepción González cuenta la visión que tiene del rey Juan Carlos un personaje que la autora llama Señora Conciencia del Pueblo.
Cuando después de señalar que el Rey "es una persona que tiene una forma de pensar muy buena. No sólo piensa en él, piensa en su España, en los españoles, en su familia. Cada vez que pienso que en vez de haber nacido Conciencia he podido ser rey, se me pone la carne de gallina, pues el cargo es muy difícil, al igual que ser reina, príncipe o infanta. Digo esto porque a mí me parece pesado el estar dando la mano todo el larguísimo día, pero no queda otro remedio. Después vendrán los diálogos", el "extraño personaje" confiesa: "Aunque a veces yo, la Conciencia, no tengo muy buenos pensamientos para la figura de vuestro Rey debido a la gran avalancha de sucesos, que precisamente son dignos de admiración, hacen que me pregunte ¿qué pinta el Rey en su maravilloso trono?".
La niña contesta entonces a la Conciencia que desea "decirle a usted algo que parece ignorar. El Rey, en su maravilloso trono, no puede hacer milagros. Eso queda para Dios. No es lo mismo ser Dios que ser rey. Ser rey es ser hombre. Solo hombre. Y al hombre hay que ayudarle, no puede hacer nada aislado. Por eso, ante los sucesos que no le agradan, piense que quizá tiene más culpa usted, Conciencia del Pueblo, que en algunos parece no estar".
También destaca por su interés el trabajo de redacción hecho por María Paz Méndez, igualmente de diez años de edad, que centra su texto en los sucesos del 23 de febrero. "¿Creéis que no existen los magos?", se pregunta la autora, que añade: "Sí existen; pero no os los figuréis con una túnica de lunas y estrellas ni con una varita mágica. Son magos modernos; yo he visto actuar a uno". Tras describir la extraña situación con que se encontró en su casa al volver del colegio en la tarde de ese día, la actitud de sus padres, pendientes de las noticias que recibían de la radio, preguntar qué era lo que pasaba y oír el mensaje del Rey por televisión, comprendido a medias por ella, pero que trajo la alegría a sus padres, la nirla señala: "¿No es este un Rey mago? Ya lo creo. El ha sacado de su sombrero una paloma blanca y muy grande que sembró por todo el país un nombre que a todos nos gusta. El nombre tan bonito de paz".
Además de las dos niñas ganadoras, también consiguieron galardón Eduardo Méndez, de ocho años, y María del Rosario Martínez, de once, en el concurso de redacción, y María Mercedes Nieto y Miguel Angel Manzano, ambos de once años, en el de dibujo. También ha merecido un premio, especial el dibujo de Marisa Domínguez, de diez años, que presenta al Rey al timón de un barco en el que navegan los españoles para arribar a la playa de la Paz y a la bahía de la Prosperidad, a través de los escollos del paro, la delincuencia, la droga y la amenaza de una gran ola de terrorismo.
Los premios otorgados han sido instituidos por la FIES, que se define como una fundación cultural, de carácter privado, sin fin lucrativo e independiente de partido o sector político alguno. Se constituyó en abril de 1976 y tiene como fin fomentar el estudio doctrinal y el conocimiento popular de la institución monárquica.
