La Fundación para el Progreso de la Democracia insiste en su carácter apartidista

Varios miembros de la junta directiva de la Fundación para el Progreso de la Democracia (FPD) manifestaron ayer, en el curso de un almuerzo realizado en la sede de la agencia Efe, que la institución que dirigen no es un partido político encubierto. El presidente de la FPD, Jesús de Polanco, precisó que no hay ningún intento de partido.El máximo dirigente de la FPD señaló que la Fundación pretende establecer un diálogo dentro de la sociedad, en el que no sean los medios informativos el único cauce. Polanco añadió que no se intenta formar un partido, aunque otra cosa son los miembros de la Institución, que tienen la libertad de hacer lo que quieran en política.

Reconoció el presidente de la FPD que en este club aún no ha ingresado ningún miembro de la clase trabajadora, pero advirtió que esto puede deberse a las 25.000 pesetas que ha habido que aportar como cuota de ingreso en esta primera etapa constitutiva, y precisó que la cuota se rebajará en un futuro próximo, ya que no son pocos los trabajadores que desean integrarse.

Sobre esta cuestión, Ramón Tamames, miembro de la junta directiva, indicó que la Fundación está abierta a todo el que quíera ingresar en ella, siempre que acepte sus condiciones mínimas, y se preguntó si hay obreros en las directivas de los partidos políticos y si eran obreros Marx o Lenin.

Por su parte, Raúl Morodo definió a la Fundación como un club político democrático y heterogéneo en su composición, que no es, en ningún caso, un partido encubierto, si bien de ella podrían salir, de cara a las próximas elecciones generales, partidos nuevos promovidos por algunos de los socios o plataformas de apoyo a los partidos ya constituidos.