Confesó haber matado a su esposa para poder casarse con su amante

El presunto autor de la muerte de Juana Torres Martínez, de 44 años, cuyo, cadáver fue encontrado el 19 de septiembre en la carretera de El Pardo a Fuencarral con un disparo en la cabeza, es su marido, Antonio Navarro García, de 41 años, un mecánico de grúa actualmente desempleado, según su propia confesión a la policía madrileña. Según averiguaciones policiales, Juana Torres se negaba a conceder el divorcio a su esposo, que mantenía relaciones íntimas con otra mujer y pretendía casarse con ella. A consecuencia de esto, Antonio Navarro decidió matarla, para lo cual utilizó una de las dos pistolas que posee, como socio de la Federación Española de Tiro Olímpico.

Separado de su esposa hace unos nueve meses, Antonio Navarro mantenía relaciones amorosas con una mujer llamada María del Carmen, y, según todas las referencias, había decidido contraer matrimonio con ella. Hasta el momento, Juana Torres, que carecía de medios para mantener a las cuatro hijas del matrimonio, se había negado a concederle el divorcio; precisamente dentro de dos semanas iba a celebrarse un juicio en el que se determinaría la cuantía de la pensión que Antonio estaba obligado a pasar a su familia.El pasado 15 de septiembre, Juana dijo a sus hijas que iba a viajar a Getafe para visitar a una sobrina. Desde entonces, y hasta el hallazgo del cadáver, no se volvió a saber más de ella. El propio Antonio Navarro se encargó de presentar una denuncia por desaparición.

El cadáver de Juana, en estado de putrefacción, fue encontrado el día 19,entre unos matorrales en una vaguada próxima al punto kilométrico siete de la carretera de El Pardo a Fuencarral. Tenía una herida de bala en la región occipital; el proyectil, del calibre 6,35, estaba alojado en el cerebro. Los peritos policiales, calcularon que el disparo había sido hecho a una distancia de la cabeza de la víctima no superior a los veinte centímetros.

Viaje a Salamanca y Ávila para urdir una coartada .

De acuerdo con la reconstrucción de los hechos elaborada por la policía, Antonio Navarro citó a su esposa el 15 de septiembre a las 11.30 horas en la plaza de Opera, con el pretexto de una charla sobre su situación matrimonial. Desde allí, ambos se trasladaron en el automóvil de Antonio, un Seat 131, hasta la zona en que fue encontrado el cadáver. Una vez en este lugar, y cuando su esposa estaba de espaldas, Antonio le disparó un tiro con una de sus dos pistolas. Seguidamente se apoderó de los documentos de la víctima, subíó a su automóvil y se dirigió primero a Ávila y después a Salamanca para urdir una coartada.Pero en días sucesivos, y durante los interrogatorios y pesquisas policiales, Antonio Navarro incurrió en muchas contradicciones, fallos y actitudes sospechosas, hasta que finalmente se declaró autor del crimen. Según la policía, actuó motivado por la insistencia de su amante para que se divorciara de su esposa y se casara con ella si es que deseaba que sus relaciones continuasen. Los investigadores han recuperado hasta ahora la segunda pistola de Antonio, una Star del calibre 9 largo, así como un monedero de Juana Torres y los restos de su carné de identidad.