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El Madrid jugo mejor e impuso su ritmo

El llamado derby, madrileño lo resolvió a su favor el Madrid, que realizó mejor juego e impuso su ritmo al partido, y tuvo el mayor número de ocasiones de gol. El Atlético rozó el empate en cuatro momentos de inspiración, pero no supo aprovechar los lances de la fortuna. Los fallos defensivos de ambos bandos estuvieron a punto de convertir el encuentro en una noche de abultada cuenta goleadora. El Atlético descubrió que Rubio no es inferior a Hugo Sánchez, y el Madrid que Ito está en el camino del éxito.La defensa del Atlético en el primer cuarto de hora tuvo dos fallos garrafales. En el primero perdió el gol Santillana, y en el segundo Juanito. El tercer despiste, casi colectivo, pero imputable en mayor grado de gravedad a Balbino, que debió actuar sin dificultad en última instancia, permitió a Santillana no perder por segunda vez la ocasión del gol.

El Atlético perdió un minuto antes del tanto madridista la ocasión de marcar. Pero esta vez el fallo sólo es imputable al árbitro, que dejó pasar por alto el penalti que le hizo a Hugo Sánchez García Cortés. El Atlético desperdició también la ocasión del empate cuando Quique antes de la media hora no supo batir a Miguel Angel, ante el que se enfrentó con todas las ventajas. El cancerbero madridista hizo todo un paradón y ahí se quebró la suerte rojiblanca.

El Madrid le supo jugar al Atlético con genio y celeridad en los ataques. Carriega tardó media hora en poner remedio a los males defensivos de su equipo. La sustitución de Juanjo por Marcelino la impuso Ito, que le hizo cuatro recortes al ex salmantino que lo dejaron en evidencia. Carriega ordenó un marcaje inflexible y ello produjo la colocación de Juanio detrás de Ito y la de Julio Alberto en la banda derecha en persecución de Juaniter. Los atléticos no tuvieron apenas respiro en su zaga. La inseguridad de algunos de sus hombres dejó vendido en varias ocasiones a Aguinaga, quien tuvo oportunidad de lucirse ante un cañonazo de Stielike y en varios arriesgados despejes.

El Madrid se impuso netamente a su adversario desde el momento en que se situó ventajosamente en el marcador. Empujó con más fuerza que otras veces y por vez primera en mucho tiempo contó con tres delanteros, porque Juanito tuvo menos querencia hacia las posiciones de retaguardia. El Madrid llegó con facilidad al área contraria y el Atlético, con tan sólo Hugo y Rubén en avanzadilla, no pudo presionar a la zaga blanca con evidente peligro. HugoSánchez hubo momentos en,que estuvo en el suelo con más facilidad que la acreditada por Rubio. El mexicano tampoco convenció esta vez. El relevo fue obligado.

El Atlético se encontró con el empate en un córner y trató de defender el resultado y cedió ter-reno, pero el Madrid ya no impuso la velocidad del primer período y llegó al terreno del adversario con éste replegado.

Con la entrada de Rubio, el Atlético intentó sacarle algún partido al contragolpe. La primerajugada del extremo produjo un libre directo que lanzó muy fuerte Dirceu. Miguel Angel no pudo detener la pelota y Quique, solo y de cabeza, envió por arriba del larguero. Perdida la segunda gran oportunidad atlétlca, el Madrid aprovechó una buena jugada de Ito y se hizo con los dos puntos. Para los rojiblancos, el encuentro fue de tristes paradojas. Cada oportunidad clamorosa se trucó al minuto siguiente en gol del Madrid. El Atlético no aprovechó los fallos de la endeble defensa madridista y los delanteros del Bernabéu no supieron aprovechar todos los aciertos de sus avances. Incluso García Navajas estropeó un gol solito ante Aguinaga.

Los tres corredores de fondo que el Madrid alineó en el centro del campo fueron muy superiores a los centrocampista atléticos. Direcu anduvo perdido demasiados minutos y naturalmente la balanza se tuvo que inclinar hacia el con unto rrás homogéneo.

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