Las deudas del Atlético se elevan a 873 millones

Las deudas del Atlético de Madrid se elevan a 873 millones de pesetas, de los que 502 son a corto plazo, según se puso de manifiesto en la asamblea del club rojiblanco celebrada el domingo. Alfonso Cabeza, presidente, consiguió que se aprobasen cuatro de las cinco propuestas económicas que presentó. La mayoría de socios compromisarios se entregó a mantener en el pedestal al mito y a abuchear a quien mostraba disconformidad. Ninguno pidió una explicación profunda y detallada de los números.

Solamente 151 compromisarios asistieron a la asamblea, de los 1.252 que podrían haberlo hecho. Un socio protestó por la fecha elegida, en pleno período vacacional. Tras leerse la memoria deportiva, con el inevitable recuerdo al «nefasto arbitraje de Alvarez Margüenda el día del Zaragoza», el contador, Ramón Pérez, pasó a leer el balance económico del club y el presupuesto para la próxima temporada, que será de 812 millones, tal como había adelantado EL PAIS. Las cuentas se aprobaron sin necesidad de votación, porque sólo dos ex directivos de la época de Vicente Calderón, Jesús Ortega y Manuel Olalde, se abstuvieron públicamente.Los números que se barajaron en la asamblea fueron los de un déficit de casi seis millones en la temporada, en relación con los 65 que inicialmente se habían previsto. Las deudas en estos momentos son de 502.205.688 pesetas a corto plazo y 370.954.645 pesetas a medio y largo plazo, que Cabeza intentó explicar aduciendo que se había elevado el activo del club unos treinta millones, en comparación con el pasivo, desde que se hizo cargo del club. Dentro de las deudas se encuentran los 217 millones al Consejo Superior de Deportes, de los que Cabeza dijo que «es una deuda política que se llevará el viento».

Asimismo afirmó que se piensa cancelar pronto la póliza de más de doscientos millones que se mantiene con el Banco de Levante, y admitió que el mes pasado hubo graves problemas de liquidez, incluso para pagar las nóminas. Según Cabeza, «porque algunas personas que se consideran atléticas nos cerraron las puertas de los bancos». De las cinco propuestas económicas planteadas por el presidente rojíblanco, cuatro fueron aceptadas tras votación. Hacían referencia al aumento de unas cien pesetas en la cuota de socios; a poner trescientas pesetas para las tres primeras eliminatorias de la UEFA, cuatrocientas para las dos siguientes y quinientas para la final; a colocar también una cantidad supletoria para los partidos de balonmano y a realizar un amplio estudio para -al igual que hizo el Barcelona- gestionar con diversos bancos la financiación de los abonos por tres años. Los socios no aprobaron que se colocasen dos medios días del club.

En ruegos y preguntas, y en su discurso, Cabeza insistió en que los errores arbitrales siempre favorecen a los mismos, y dijo que « no nos seguirán metiendo supositorios». Afirmó que, en efecto, había pagado en primas más de noventa millones, y argumentó que había sido el 25% más del año anterior, y que, por contra, se había recaudado el 62% más en taquillas. Dio niarcha atrás en la promesa anterior de presentar una auditoría en asamblea extraordinaria, no explicó de forma clara el cese de García Traid e insistió en que televisaría el partido con el Athlétic y con el Boavista. «Por tres señores», dijo, «el Atlético no va a dejar de ingresar más de veinte millones».