Flojo papel de los atletas españoles en los Campeonatos Europeos Juniores
Los Campeonatos Europeos Juniores, que dieron comienzo el jueves en Utrecht, tienen como protagonistas a futuros campeones .olímpicos. Desde que se iniciaron en Varsovia, hace ya diecisiete años, grandes figuras han pasado por ellos, algunas incluso de forma inadvertida, casos de Nemeth, Pietro Mennea y Sara Simeoni. El atractivo de estos campeonatos viene dado, además, por la participación de los que ya son figuras, como la búlgara Antonieta Todorova, recordwoman mundial en lanzamiento de jabalina.
Las tres primeras ediciones de esta competición júnior no tuvieron carácter de campeonato. Fue en 1970 cuando recibieron tal rango, y desde entonces los atletas españoles ganaron nueve medallas. Las subidas al podio terminaron en 1977, y todo parece indicar que esta situación se prorrogará también este año. Los quejen su día fueron medallas son los que ahora pueden codearse con las figuras en las reuniones internacionales y componen la base del equipo que llegó a la final B de la Copa de Europa. La falta de valores hace presagiar un mal futuro al atletismo español. Los campeonatos escolares fueron para muchos plataforma de posteriores éxitos continentales, y ahora que ya no existen, tampoco salen juniores que revaliden los triunfos conseguidos. El no haber ganado, ninguna medalla en los europeos de Bydgoszc, en 1979, ya fue un aviso, y ahora, en Utrecht, las previsiones son que los españoles actuarán de comparsas, como está sucediendo de hecho. Queda el consuelo de saber que atletas como Páéz, Sánchez Vargas, Corgos, Prieto o Marcelino Ruiz -todos ellos incluidos en la categoría olímpica- no tienen en su palmarés medallas a su paso por la categoría júnior.
En 1970 Morera fue tercero en 1.500 iniciando así una época prometedora para el atletismo español, que ahora recoge esos éxitos, porque en la siguiente edición, 1973, Cerrada ganó el 5.000. y Cid Sue segundo en triple salto; dos años más tarde, medalla de plata para Moracho en 110 vallas y de bronce para José Luis González en 3.000; Alonso, en 400 vallas, y Carbonell, Reverter, Arnáu y Heras en 4x 100, y en la siguiente edición, 1977, el primer puesto de Abascal en 3.000, con 7.58.3, que aún son récord de los campeonatos, y el segundo de Domingo Ramón en 2.500 obstáculos pusieron término a los triunfos españoles en estos campeonatos.
Para los campeonatos de este año 31 atletas españoles lograron la mínima de participación, pero sólo acudieron dieciséis a Utrecht, unos por imposibilidad técnica, pues sólo se permite el concurso de dos atletas de un mismo país por prueba, y otros por decisión técnica, al entender que no estaban en forma, lo que ha puesto en marcha, una vez más, el mecanismo de la discriminación. No se ha seleccionado, por ejemplo, a los dos lanzadores masculinos -que son los que más necesitan apoyo y confianza- porque realmente no tenían opción a quedar medianamente bien. Fuentes, en martillo, está este año a 11,86 metros dela mejor marca europea júnior, y Devis, en disco, a 6,54. Pero, sin embargo, sí fueron otros atletas aún con menos posibilidades, y para ceñirse a una especialidad pareja cabe señalar que en disco femenino fue Angeles Barreiro, que está a 12,18 metros de la mejor marca.
Las medallas, muy caras
El nivel de los campeonatos juniores está siendo muy elevado. Las medallas se han puesto caras, inalcanzables para los españoles. En hombres, las mejores marcas juniores del año son superiores a los récords, de España de 100, altura, pértiga, peso, martillo, jabalina y decatlon. En mujeres, sólo los récords nacionales de 800, 1.500, 3.000 400 vallas -los que se reparten Carmen Valero y Montserrat Pujol, las más internacionales de las españolas- mejoran los registros que este año han conseguido las juniores europeas.
Los atletas españoles que han acudido a los campeonatos fueron los siguientes: Rispa, en,100 -eliminado en semifinales- y 200; Carreira y Lindoso, en 800; Nieto e Hidalgo, en 1.500 -el segundo, ya eliminado-; Antón, en 5.000; Torres, en 110 vallas; Bello y Cubero, en 2.000 obstáculos -eliminados-; González y Botonero, en 10 kilómetros marcha -el segundo, duodécimo en la final-; Cera, en longitud-, Gregoria Ferrer,- en 200; Ana Isabel Alonso, en 3.000; Matilde López, en 400 vallas, y Angeles Barreiro, en disco.
La categoríade las marcas que están logrando este año los juniores europeos es impresionante. De» ndo a un lado el caso de Antonieta Todorova, los vallistas de 110 metros están bajando de catorce segundos; los saltadores de altura, aproximándose a los 2,30,. mientras que los lanzadores de peso rondan los veinte metros; los de martillo superan los setenta, y los de jabalina hacen lo propio con los ochenta. En la primera jornada de los campeonatos, por ejemplo, se consiguieron dos marcas impresionantes por parte de atletas de la República Democrática Álemana: Thomas Schroeder corrió los 100 metros en 10. 14, que es la sexta mejor marca mundial del año, y Heike Daute realizó un salto de 7,02 metros en longitud, convirtiéndose en la sexta mujer de todos los tiempos que rebasa los siete metros. Bien es verdad que ambos taivieron la ayuda del viento -Schroeder, + 3,2, y Daute, + 4-, pero no por esta circunstancia pierden categoría las marcas de estos atletas, que están llamados a ser campeones olímpicos, pues ya tenían homologados registros muy importantes sin viento a favor.
Cabe señalar que un atleta español también realizó en su época júnior una marca asombrosa; los 8,09 de Antonio Corgos en longitud aún son récord europeo de la categoría. La gran validez de su salto viene proporcionada por el dato de que este año se está saltando no más allá de 7,80 metros. Corgos fue, y es, un talento dotado de un tono muscular fuera de lo normal; ya el año pasado fue el cuarto mejor saltador del año, y si en éste no ha destacado es porque no puede entrenarse lo suficiente a causa del servicio militar. Aun así, fue subcampeón europeo en pista cubierta, competición en la que rozó los ocho metros con un entrenamiento mínimo.
Cerrada, lesionado, baja para las reuniones internacionales
Aún quedan este mes varias reuniones internacionales de alto nivel en Europa. Varios españoles competirán en el Memorial Ivo Van Damme, de Bruselas, y en la Mikaia-81, de Niza, más los que ayer intervinieron en Berlín. Baja para estas reuniones será Femando Cerrad,a, por lesión. Estaba contratado para correr el 5.000, junto con Prieto, por lo que el duelo entre ambos tampoco será este año. Otra baja española más será la de Mercedes Calleja, que iba a correr en Edimburgo. .
El día 26 habrá también una reunión internacional, pero ésta de segundo orden, en la localidad italiana de Pisa. La Federación Española ha gestionado el concurso de varios españoles, y allí competirán Carbonell y Arnáu en las pruebas de velocidad; Sala, en vallas, y De la Infanta, en saltos.
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