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El Madrid ganó sin brillantez el Ciudad de Vigo

El Madrid ganó con justicia, aunque sin demasiada brillantez, el Ciudad de Vigo. Su único gol ante el Celta le sirvió para terminar campeón. Ante el equipo vigués hizo un excelente primer tiempo, pero en el segundo desapareció su dominio. Lo más positivo para el Madrid fue la buena actuación de Cunningham, si bien tuvo que retirarse renqueante antes del final.El dominio del Madrid en la primera parte se gestó en el excelente trato que Del Bosque le daba al balón y en el apoyo que por los lados le prestaban Stielike y Camacho, con su fuerza y entrega conocidas. Juanito se retrasaba a colaborar en la creación, pero fallaba muchos pases, y Santillana no terminaba de encontrar la manera de ser útil al equipo; pero Cunningham, en sus apariciones en el juego, hacía maravillas y dejaba constancia de que el Madrid, además de su buen fútbol en el medio campo, también tenía delantera, aunque reducida.

Por el Celta, el brasileño Ademir era el que conducía el juego en el centro del campo, pero sus puntas no podían en ningún momento con los experimentados marcadores de la defensa del Madrid, si bien en ocasiones San José dejó demasiados metros a Del Cura, y eso creó algún problema. Cuando en el minuto veinte, tras una serie de rebotes, Cunningham le colocaba a Stielike un precioso pase y el alemán marcaba, nadie ya dudó de que el campeón sería el Madrid.

Tras el descanso se quedó en la caseta San José, quizá por esos pequeños despistes en el marcaje; Camacho bajó a la defensa y Angel entró en la media. Poco después, Stielike, que estaba renqueando desde mediada la primera mitad, dejó el puesto a Angel, y no mucho más tarde, Cunningham, también cojeando, se marchó para que entrase Pineda. El Madrid, con el triunfo cerca, no apretó, y además la baja de Stielike y de Camacho en la media supusieron una pérdida de fuerza en esta zona, aunque García Hernández jugó bien y buscó el remate con frecuencia, lo mismo que Pineda. El Celta, jaleado por su público, hizo un derroche de fuerza en esta segunda mitad, y logró nivelar el juego, pero apenas consiguió llegar a puerta con peligro. Casi siempre recurrió al centro por alto y Agustín explotó con seguridad su estatura para anular este tipo de jugadas.

El Madúrid, pues, gana el torneo, con tres puntos, por su victoria del domingo y el empate del sábado ante el Sporting. Segundo queda el Celta, con dos, pues ganó al Spórting el viernes, y el equipo asturiano, que se presentó sin Abel ni Ferrero, es último, con un solo punto. La victoria del Madrid ha sido clara, pero menos brillante de lo que cabía esperar, pues ha conseguido un solo gol entré los dos partidos, mientras que en La Línea marcó seis.

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