Cantinflas.

Mario Moreno, que ha hecho famoso a Cantinflas, hasta el punto que ya no se sabe quién fue primero, si el autor o su personaje, está ahora padeciendo un grave problema en su país, México, cuyas autoridades podrían decidir despojarle de su nacionalidad. Al parecer, el Gobierno mexicano se halla irritado porque el popular cómico aceptó una condecoración oficial venezolana sin permiso del Congreso de su propio país. Un diputado del Partido Demócrata, de signo derechista, ha señalado que el actor violó el artículo 37 de la Constitución, que en uno de sus apartados establece los impedirnentos de aceptar y usar condecoraciones extranjeras sin el permiso del Congreso o de la comisión permanente de este organismo. Los mexicanos son tajantes en este terreno: han previsto que la pena con la que se castigue el delito de ser honrado en el exterior sin pedir permiso en el interior suponga la pérdida de la nacionalidad. Le podrán quitar el pasaporte, pero no podrán despojarle de la gracia que ha hecho de Mario Moreno uno de los embajadores más inconfundibles del país azteca. Para justificar esta dureza, el mismo diputado explicó: "No por el hecho de ser popular y carismático tiene derecho a pasar por encima de la Constitución".