Carrillo: "En el próximo congreso del partido, una inmensa mayoría confirmará el eurocomunismo"

«En el Partido Comunista de España (PCE) hay una posición dogmática, sectaria y tradicional, y otra supercrítica que pide la renovación radical del actual equipo dirigente. Que existan estos diversos grupos significa que el nuestro es un partido democrático, no monolítico. De todos modos, tengo la seguridad de que en el próximo congreso una inmensa mayoría confirmará la línea del eurocomunisíno», dijo ayer Santiago Carrillo, secretario del PCE, durante la conferencia de Prensa en Roma, en la que participó también Enrique Berlinguer, secretario general del Partido Comunista italiano.Estuvo presente la Prensa nacional y extranjera, que bombardearon de preguntas a los dos líderes comunistas. Ni Carrillo ni Berlinguer irán a Varsovia para participar en el congreso comunista extraordinario: «No hemos sido invitados», dijo Berlinguer, «pero además no estaba prevista mi presencía en el congreso». Lo mismo dijo Carrillo, quien añadió: «De cualquier forma, no hubiera podido asistir porque tengo inmediatamente después el congreso de mi partido».

Sin embargo, ambos líderes comunistas defendieron la estrategia del eurocomunismo, que desean alargar a «otros partidos comunistas occidentales» para tratar con ellos problemas específicos como el desarme, la paz y la crisis económica. Tanto Carrillo como Berlinguer aplaudieron la decisión del secretario comunista francés, Georges Marchais, de haber entrado en el Gobierno de Mitterrand y declararon que comparten plenamente «la actual línea de los comunistas franceses». Berlinguer añadió: «Esa ha sido siempre la línea de nuestro partido».

Por lo que se refiere al ingreso de España en la OTAN, en un documento conjunto de la delegación comunista y española que se acaban de encontrar en Roma se defiende la no entrada de España. Respondiendo a las preguntas de numerosos periodistas, Berlinguer dijo que no existe contradicción en la postura de su partido, que defiende la permanencia de Italia en la OTAN, mientras pide que España no entre: «Hay que respetar el equilibrio de los bloques ya existentes», dijo. « Para nosotros», añadió, «la OTAN no es un acto de fe, pero sí de realismo político. Si España entra se podría romper este equilibrio ya existente». Carrillo añadió que además España no participó como Italia en las dos últimas guerras y que su postura fue neutral. Añadió que ciertas fuerzas que habían ayudado a Italia no habían empujado, sin embargo, el cambio político español: «Al contrario, han hecho todo lo posible para retrasarlo». Según Carrillo, además, la mayor parte de los españoles prefiere que España no entre en la OTAN. Respondiendo a una pregunta de EL PAIS, Carrillo dijo que, a pesar de que su partido está muy preocupado por el clima golpista existente en España y por el terrorismo, no ha tratado el asunto con los comunistas italianos, que son el partido comunista más fuerte de Occidente: «Si las fuerzas democráticas españolas no conseguimos evitar el golpe», dijo, «de nada nos servirá toda la solidaridad internacional. Son las fuerzas progresistas españolas las responsables de defender la democracia».

A quien preguntó cuál era el motivo de este nuevo lanzamiento del eurocomunismo después de la victoria de Mitterrand, Berlinguer aclaró que la idea del eurocomunismo desde un principio no se limitó a los partidos comunistas, sino que ha deseado siempre la participación de todas las fuerzas progresistas de Occidente: socialistas, socialdemócratas y cristianas».