Rafael Calvo: "Sería grave ahogar el debate y ocultar las divergencias"

El secretario general de UCD, Rafael Calvo, piensa que en el actual proceso electoral interno las fricciones y discrepancias son inevitables, pero que su existencia no es grave. «Lo grave sería ahogar el debate y ocultar las divergencias», afirma en esta entrevista Rafael Calvo, para quien «la fortaleza de una organización política no está en el silencio y en la unanimidad». El secretario general centrista opina también sobre la polémica del divorcio, los problemas del grupo parlamentario y las relaciones entre el partido y el Gobierno, que en su opinión no ofrecen problemas.

Pregunta. ¿Cree que los problemas últimamente surgidos en UCD, especialmente entre los diputados, pueden conducir al partido a una crisis irreversible?Respuesta. No, no lo creo. Los problemas a los que usted alude, y que yo no niego, se han dado principalmente con ocasión de la ley del divorcio, que es quizá la más difícil para un partido como UCD, por las reservas y problemas de conciencia que plantea en bastantes diputados. Hay que recordar, para conocer exactamente la situación, que en la casi totalidad de las leyes (proyectos de ley y proposiciones) los diputados de UCD han estado unidos. En resumen, no se puede generalizar ni dar carácter permanente a una situación concreta de indisciplina.

P. ¿Qué soluciones pueden darse a la actual situación?

R. Si se refiere usted a la divergencia concreta surgida en la ley de Divorcio, es evidente que ésta puede ser modificada; si es conveniente y oportuna, su modificación en el precepto concreto que dio origen a la discrepancia es algo que debe decidir el comité ejecutivo nacional, apoyando o no una proposición de ley que pudiera presentarse en este sentido.

P. Un cambio en la dirección del grupo parlamentario del Congreso ¿podría ser contemplado a medio plazo?

R. Los estatutos del partido prevén, corno es lógico, la elección de todos los órganos del mismo; concretamente, y contestando a su pregunta, la elección de los distintos órganos de los grupos parlamentarios está prevista para el próximo período de sesiones. Serán los propios grupos parlamentarios quienes decidirán en uso de sus facultades si conviene o no introducir cambios en su dirección.

P. ¿Cómo resumiría las características medias, políticas, de los componentes del partido centrista.

R. UCD es un partido de centro, y como tal se distingue de las alternativas de izquierda o derecha. Consecuentes con la idea de centro, defendemos el progreso y las libertades, y para ello la reforma de lo que sea necesario. Nuestro objetivo es una sociedad occidental, democrática, humanista y participativa.

Estos principios y objetivos son los mismos de 1977 y el partido ha sido y será fiel a ellos. Esta fidelidad hay que verificarla ante la gran tarea constitucional, legislativa y de Gobierno realizada, y no en relación con uno o varios puntos concretos,

Las elecciones internas

P. ¿Podría hacer una valoración política del actual período de elecciones internas en UCD?

R. Todo proceso electoral interno de un partido democrático genera fricciones y exterioriza discrepancias; esto es inevitable, pero no grave; lo grave sería ahogar el debate y ocultar las divergencias; nuestros afiliados y electores tienen derecho a conocer la opinión y la posición de los dirigentes y candidatos provinciales y locales. Aunque pueda parecer paradójico a algunos, la fortaleza de una organización política no está en el silencio y en la unanimidad.

Hasta ahora se han celebrado más de ochocientas asambleas locales y se han elegido 5.000 delegados, aproximadamente. La gran mayoría de tales asambleas se ha celebrado sin problemas y con predominio de las llamadas candidaturas de integración. El planteamiento de las elecciones es provincial; cada provincia tiene su propia problemática y su peculiar tratamiento, que difícilmente podrían responder a planteamientos nacionales.

En mi opinión, se ha exagerado la importancia de este proceso electoral; se afirma que los comités provinciales ahora elegidos decidirán los candidatos a las próximas elecciones generales. No es así: nuestros estatutos establecen un sistema de corresponsabilidad, de complementariedad y, por tanto, de equilibrio. Los comités provinciales proponen los candidatos, y la comisión nacional electoral decide en cuestiones electorales. La propuesta es, evidentemente, un valor importante, pero no absoluto.

P. ¿En qué estado se encuentran las relaciones entre la dirección del partido y el equipo de Gobierno?

R. La actuación de un Gobierno monocolor Influye en gran medida en el prestigio de su partido; en otras palabras, la cotización de un partido en el poder es en gran parte una cotización refleja. Esto es así en todos los países donde se da esta circunstancia, y es difícil imaginarse que pueda ser de otro modo. De aquí que los partidos vivan una tensión lógica, porque la acción de Gobierno es vital para ellos, y que apoyen y faciliten esa acción. UCD apoya sin reservas y plenamente al actual Gobierno, porque cree que está afrontando con realismo y eficacia los graves problemas que tiene planteados España. Las relaciones partido-Gobierno son normales, de colaboración, como corresponde a personas y compañeros unidos en una empresa común, que es la realización de nuestro programa y el logro de objetivos comunes. No hay problemas ni tiene sentido que los haya.