Profundo enfrentamiento entre los grupos socialdemócrata y democristiano de UCD
La situación interna de Unión de Centro Democrático (UCD) ha llegado a un punto en que los grupos socialdemócrata y democristiano del partido son ya prácticamente irreconciliables, y difícilmente acudirían de nuevo juntos a unas elecciones, según informaciones recogidas en distintas fuentes centristas. Por otra parte, varios diputados democristianos proyectan presentar hoy una proposición de ley para recuperar el artículo 87 de la ley de Divorcio, cuya supresión por indisciplina de voto centrista en el Pleno del Congreso hizo aflorar la crisis del partido del Gobierno.
La iniciativa de recuperar el artículo 87, conocido como cláusula de dureza, ha sido tomada por un grupo de diputados democristianos, «ante la disparatada campaña que pretende echarnos la culpa de su eliminación y para que todo quede claro», según manifestó a EL PAIS el diputado Oscar Alzaga, líder de este sector.Los promotores de la iniciativa se reunieron ayer para tomarla. En la reunión estuvo presente Oscar Alzaga, que no quiso especificar los nombres de los presentes, aunque sí indicó que habían estado las personas más conocidas del grupo democristiano. No asistió Landelino Lavilla, hasta hace semanas líder del sector.
El grupo inició ayer mismo la recogida de las quince firmas necesarias para presentar la proposición, que además debe ser firmada por el portavoz de UCD, Miguel Herrero, a efectos de conocimiento, según dispone el reglamento. «Pensamos pedirles la firma a los socialdemócratas, y estamos seguros que la darán», manifestó Alzaga. A juicio, del líder democristiano, no hay movimiento de ruptura de UCD, al menos por parte de su grupo. «Lo que pasa es que cada vez que un sector hace una trastada dicen que los democristianos queremos romper el partido. El tema del divorcio había sido objeto de una larga negociación, y el pacto que se alcanzó ha sido roto», y añadió que «los únicos que hemos tenido una paciencia franciscana desde siempre y sin protestar hemos sido nosotros».
Reuniones en UCD
Sin embargo, en medios centristas se detectaba ayer un notable nerviosismo en las altas instancias del partido, que intentan rebajar las tensiones, en espera de que el verano, sobre todo porque durante él no se reúne el Parlamento, contribuya a diluir el actual enconamiento.El presidente y el secretario general de UCD, Agustín Rodríguez Sahagún y Rafael Calvo, respectivamente, celebraron ayer una larga reunión, en la que se trataron «temas intemos» del partido, según manifestó un portavoz, que indicó que había asistido también el secretario de finanzas, Blas Camacho.
El mismo portavoz dijo que no hay razones para el pesimismo, y precisó que las reuniones que tiene previstas el presidente del partido no son convocatorias de los cabeza de fila, sino de los principales responsables políticos del mismo. También precisó que estas reuniones estaban programadas antes de los últimos acontecimientos ocurridos en el Parlamento, y añadió que por el momento no están previstas reuniones del Comité Ejecutivo ni del Consejo Político de UCD.
El anuncio de la convocatoria, por parte de Rodríguez Sahagún, de los antiguos barones centristas para la segunda quincena de julio, después de las asambleas provinciales que están a punto de celebrarse, se interpreta en otras fuentes como una decisión improvisada por parte del presidente a la vista de la gravedad que tomaban los acontecimientos. En cualquier caso, se cree que este tipo de iniciativas no son ya efectivas y que las soluciones a la actual situación del partido del Gobierno se decidirán por otros cauces.
Mayoría progresista
El análisis de la situación que hace el sector socialdemócrata de UCD, según indicaron ayer fuentes de toda solvencia del mismo, parte de la constatación de que en el actual Parlamento predomina, en el fondo, una mayoría progresista, que es la que ha sacado adelante iniciativas tan importantes como la reforma fiscal o el propio divorcio, que para este sector se han realizado principalmente con el apoyo del ala progresista de UCD y del PSOE. Además, este sector considera que la crisis ha llegado a un punto en que socialdemócratas y democrsitianos son ya prácticamente irreconciliables. «Así no podemos ir juntos en las mismas listas en unas próximas elecciones», manifestó la fuente aludida, para quien el futuro es la reordenación de la derecha.No obstante, aunque se considera que no hay posibilidad de vuelta atrá, las posibles operaciones esperarán a una serie de acontecimientos de capital importancia que tienen que venir. El primero de ellos es la entrada de España en la OTAN, decidida por el Gobierno de Calvo Sotelo.
Después se cuenta con la celebración del consejo de guerra contra los implicados en el golpe de Estado del 23 de febrero y sus consecuencias para la estabilización definitiva de la democracia. Las elecciones al Parlamento autónomo de Galicia serán, más adelante, una prueba muy significativa sobre las actuales tendencias de voto del electorado.
Asimismo, se espera con gran antención la celebración del 29º Congreso del PSOE, previsto para octubre, ya que se piensa que el primer partido de la oposición puede dar un golpe de abanico, presentándose como la fuerza política representativa de un gran arco del electorado, que iría desde las posiciones progresistas del centrismo hasta los límites de un PCE en baja.
El sector socialdemócrata de UCD espera que tras éstos acontecimientos estarán sentadas las coordenadas de la nueva situación política, a partir de la cuales se moverán las operaciones. A corto plazo, pues, todo permanecería en calma, dando tiempo a la reflexión durante el verano.
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