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Tres empresas se disputan el mercado español del "factoring" (cobros a terceros clientes)

Tres empresas de factoring, actividad que consiste fundamentalmente en cobrar a los clientes de otras sociedades, se disponen a hacerse con el mercado español en este campo, según noticias recogidas por EL PAIS en medios financieros y de la Administración. Su futuro parece prometedor; la crisis económica empuja a las empresas a curarse en salud de la morosidad y riesgos de insolvencia, así como a salir a mercados exteriores de la mano de alguien que investigue a clientes y gestione los cobros.

Las tres empresa s consiguieron que el pasado día 13 de mayo apareciera en el Boletín Oficial del Estado una regulación de factoting, que equipara su actividad al leasing o alquiler de instrumentos de trabajo, dentro de las entidades de financiación. La norma creaba un registro de sociedades de facturación, y hasta el momento sólo han solicitado su inscripción las citadas sociedades. Pese a la novedad de su trabajo en España, se estima que alcanzaron el año pasado un volumen de negocio superior a los 15.000 millones de pesetas. Se trata de International Factors Española, SA; Catalana de Cobros y Factoring, SA, y Heller Factoring, SA. Las tres están participadas por respectivas sociedades de facturación norteamericanas y grupos bancarios españoles. En la primera figura Banco Exterior de España, y en las otras dos, Banca Catalana y Banco Popular. .Aunque pretendían una regulación al margen de las entidades de financiación, que llegan a 421, la orden reguladora de su actividad, del Ministerio de Economía y Comercio, ha sido acogida de muy buen grado, según el responsable de una de ellas. Además de exigirles tener en el plazo de dieciocho meses un capital mínimo de cien millones de pesetas, amplía del 5% al 7,5% su capacidad de riesgo con una sola persona natural o jurídica. Las que no cumplan estas condiciones no podrán utilizar la denominación de factoring.

Tras este logro normativo, los promotores de las empresas de facturación en España esperan poder dar pronto una próxima batalla para tener acceso al crédito a la exportación, que resulta más barato a sus clientes. En efecto, suelen cobrar por sus servicios el tipo de descuento más 2 o 2,5 puntos, en función de la consideración del cliente, y ello les resta atractivo.

Historia del "factoring"

Si bien los orígenes del factoring se remontan al siglo XV, cuando los factores eran agentes coloniales que gestionaban los intereses comerciales de la metrópoli, la actividad no llegó a cuajar a gran escala hasta el siglo XIX, alrededor de la industria textil de Estados Unidos. En Europa, sin embargo, no se desarrolló hasta los años sesenta, al crear los bancos norteamericanos grandes cadenas internacionales.A España llegó en 1966, pero su desarrollo ha sido muy difícil. La razón -ha dicho a EL PAIS uno de sus precursores- está en la escasa trasparencia del mercado financiero parabancario, que crea cierto recelo por parte de las empresas en la adopción de nuevos sistemas. Otras causas son el alto porcentaje de financiación de la empresa que gira alrededor del descuento y la costumbre y necesidad de la mayoría de las empresas de opera r con varios bancos a la vez.

Uno de sus principales atractivos para las empresas españolas es que el exportador puede vender sus productos mediante factura a cualquier país, donde los factores cuentan con asociados, toda vez que estas garantizan el buen fin de la operación y se ocupan de la gestión de cobro de la factura, informando constantemente de la situación de los pagos, mercados y desarrollo de ventas.

Por ello, además de contar con el respaldo de un grupo bancario, como en los tres casos españoles, las empresas de facturación requieren acuerdos de asociación o condiciones de pertenencia a un grupo desarrollado internacionalmente.

En el mundo existen diferentes cadenas internacionales de facturación. Las más importantes corresponden a Estados Unidos, donde se realiza aproximadamente el 48% del factoring mundial. Las principales son precisamente las que participan en los tres grupos españoles: International Factors Group, Factors Chein International y Heller Factoring.

Romper la barrera

«Las entidades de facturación», ha asegurado un representante de International Factors, «necesitan estar ligadas a una cadena internacional. El cliente nos envía su relación de facturas sobre el comprador, y nuestro asociado en el país de donde sea: aquél estudia los riesgos. Para ello hay contratos que establecen las comisiones mínimas. Pero en España no se ha roto la desconfianza en los servicios parabancarios y pedimos mucho: balances, datos accesorios, etcétera. Las empresas prefieren así exportar con crédito documentario. Y romper esa barrera es difícil, pues el factor no disfruta de líneas de créditos especiales».

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