UCD anuncia que acudirá en solitario a las próximas elecciones generales

A raíz de las declaraciones de Alzaga, que merecieron el calificativo de magníficas por parte de Manuel Fraga y de Herrero de Miñón, comenzaron a lanzarse especulaciones políticas sobre una posible coalición de UCD con Alianza Popular (AP), bien mediante un claro apoyo parlamentario -«la mayoría natural»- o bien, a más largo plazo, con la concurrencia conjunta a las próximas elecciones generales.A esta operación se la denominó como «la gran derecha» y cobró su mayor punto de credibilidad cuando Oscar Alzaga y, Miguel Herrero se entrevistaron con Manuel Fraga el pasado miércoles.

Un hecho curioso que se produjo entonces fue la publicación en el diario Ya de unas declaraciones realizadas el jueves por Fraga, en las que afirmaba textualmente: «Hay relaciones con UCD sobre la propuesta de Alzaga». Esta entrevista con el líder aliancista fue sustituida por una información sobre la estancia de Rodríguez Sahagún en Bonn en la segunda edición del periódico de la Editorial Católica, hecho que causó gran extrañeza en la sede de AP. Ese mismo día, el presidente de UCD, Rodríguez Sahagún, declaraba a través de la agencia oficial de noticias Efe que «los militantes de UCD no están autorizados, como tales miembros del partido, para mantener contactos con líderes de otras formaciones políticas».

El impasse del fin de semana ha dado paso a la sesión del comité ejecutivo de ayer, calificada por el secretario general, Rafael Calvo, de histórica.

Fruto de esta reunión ha sido el siguiente comunicado, que reproducimos textualmente:

«El Comité Ejecutivo de UCD, tras un detenido análisis de la situación política actual, considera fundamental reafirmar, de forma unánime y con rotundidad, su carácter de partido de auténtico centro, de partido que defiende el progreso y la reforma y que hace suya la bandera del cambio en todo aquello que sea necesario».

«UCD considera que continúa siendo perfectamente válida y vigente la fórmula pública de un amplio partido de centro, que rompa la tensión dialéctica entre las dos Españas».

«La fórmula ha sido votada dos veces por la mayoría del pueblo español y creemos tiene la potencialidad necesaria para superar cualquier dificultad trasitoria».

«UCD apuesta por la modenización de nuestra sociedad y asume la síntesis de partido defensor de las libertades e impulsor de la justicia, actualizando sus fórmulas a una realidad cambiante tras un meditado proceso de reflexión crítica».

«El Comité Ejecutivo de UCD quiere cerrar la dialéctica de la presentación continúa de hipótesis alternativas que pueden producir un proceso de imagen disgregadora. Su apuesta firme y clara es seguir siendo fiel a sí mismo y a sus principios originarios. UCD considera que el actual sistema de partidos, con un gran partido de centro, es el más positivo para España y para la consolidación de su democracia. Por otra parte, rechaza todas aquellas actividades y plataformas que perjudiquen a los partidos políticos como instrumento insustituible para el régimen democrático».

«No nos encontramos en la dinámica de una fase electoral de carácter nacional, sino en un período en el que se debe continuar la labor de gobierno encomendada al partido hasta 1983, basándose en los documentos aprobados en sus dos congresos y muy especialmente en su manifiesto ideológico».

Fidelidad a sus principios

«En conclusión, frente a actuaciones con posibles efectos externos disgregadores, nuestro partido, fiel a sí mismo, reafirma con rotundidad la validez de su fórmula de centro, esperando que no se dejará arrebatar y defender sus principios de reforma y progreso, de libertad y justicia, de modernización de nuestras estructuras sociales, políticas, culturales y económicas y estima que esta oferta política sigue siendo valorada y apreciada por una mayoría de la sociedad española».

Este comunicado ofrece respuestas políticas de indudable interés: que UCD tiene «encomendada una labor de gobierno al partido hasta 1983», lo que desmiente la hipótesis de la celebración de unas elecciones anticipadas; la decidida voluntad de UCD de mantenerse como un partido de centro «progresista, reformista y atento a los cambios», y el rechazo de aquellas asociaciones políticas que no se constituyen como partidos, tales como los clubes liberales de Antonio Garrigues o la fundación para la defensa de la democracia de Terceiro, Tamames y otras personalidades

Otro hecho de indudable trascendencia lo constituyen las declaraciones de Rodríguez Sahagún en la conferencia de Prensa celebrada anoche tras la reunión del Ejecutivo: «Existe total convergencia en los planteamientos expresados por este comité y el, presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo». Se aclara así la incógnita de lo que el presidente iba a hacer, ya que hasta el momento se ha limitado a escuchar todas las propuestas y opciones políticas -ayer mismo se entrevistó con Osorio-, sin pronunciarse en ningún momento sobre ninguna de ellas.

Según pudo saber anoche EL PAIS, este posicionamiento claro de la ejecutiva de UCD estuvo precedido de intensas reuniones de los «hombres del duque» (Rafael Arias Salgado y otras figuras próximas a Adolfo Suárez) y de los socialdemócratas encabezados por Francisco Fernández Ordóñez, notablemente molestos durante los últimos días por el hecho de que su partido, de manera tajante y oficial no cortara todos los rumores sobre su disgregación.

En una primera valoración, el secretario general de AP, Jorge Verstryrige, destacó la importante ausencia de la reunión de anoche del portavoz Miguel Herrero, y señaló que el comunicado y las declaraciones del presidente de UCD significaban que «en UCD se están poniendo muy nerviosos y, de momento, han ganado quienes menos poder real tienen dentro del partido; pero ya veremos qué pasa en las próximas reuniones», se supone que con la presencia de Miguel Herrero.

El secretario general centrista se mostraba anoche casi eufórico: «Teniendo en cuenta las anteriores ocasiones, las posibilidades de éxito electoral de UCD siguen siendo muy grandes».

Finalmente, Rafael Calvo anunció que su partido distribuirá 150.000 ejemplares de un boletín interno. El partido del Gobierno dice contar en la actualidad con esta cifra de militantes.