PSOE y PCE afirman que los planes autonómicos y antiterroristas no han sido consensuados con la izquierda
Delegaciones del PSOE y del PCE, presididas por Felipe González y Santiago Carrillo, se reunieron ayer por espacio de tres horas y firmaron un comunicado conjunto en que expresan sus coincidencias sobre puntos esenciales de la situación política, al tiempo que reiteran la petición de un Gobierno de amplia base.
Con esta iniciativa, los principales partidos de la izquierda tratan de desbloquear la falta de diálogo con el Gobierno y desmentir ante la opinión pública que las medidas antiterroristas adoptadas por el poder ejecutivo, así como sus planes autonómicos, cuenten con el consenso de los principales partidos de ámbito estatal.En este sentido, los dos partidos acordaron mantener conversaciones con las demás fuerzas parlamentarias -y especialmente con el PNV y la minoría catalana- y volver a reunirse en un plazo aproximado de diez días, dejando abierta la posibilidad de que el Gobierno lleve a la práctica su anunciada política de concertación.
En su comunicado conjunto, ambos partidos coinciden en los siguientes puntos:
- Contrarrestar con decisión y responsabilidad toda actitud que, en una u otra forma, promueva la involución hacia fórmulas autoritarias.
- Combatir con firmeza el terrorismo dentro del estricto marco constitucional, recabando la colaboración del pueblo con las fuerzas de la Seguridad del Estado, a fin de aislar a los grupos terroristas, prever sus acciones o reprimirlas.
- Abordar con eficacia la crisis económico-social, a fin de combatir el desempleo, reactivar la inversión y proteger en todo momento los intereses nacionales y los de la clase trabajadora.
- Afianzar el proceso autonómico, considerando que el mismo contribuye, mediante la solidaridad de los distintos pueblos que integran la nación, a afirmar la unidad de España y los derechos estatutarios de sus comunidades.
Para lograr estos objetivos, el comunicado hecho público por ambos partidos menciona la necesidad de «un Gobierno de amplia mayoría parlamentaria, que cuente con el más extenso apoyo popular». Sin embargo, el PSOE obtiene apoyo explícito de los comunistas en su tesis de Gobierno de coalición. Pero el objetivo real de la reunión es menos ambicioso: se trata de conseguir que el Gobierno negocie las cuestiones políticas con la oposición en el marco de la concertación anunciada y no realizada hasta ahora. En este sentido, uno de los asistentes, Enrique Curiel (PCE), manifestó que «así como la mesa de temas socioeconómicos ha comenzado a funcionar, con reuniones del Gobierno y de las fuerzas sindicales, en los temas políticos se está produciendo una situación equívoca, y en las cuestiones de terrorismo y autonomías, el Gobierno trata de situarnos ante hechos consumados».
Por lo que se refiere a los temas concretos tratados en la reunión PSOE-PCE, y esbozados en su comunicado, apenas se dedicó tiempo a las cuestiones socioeconómicas, debido a que éstas se encuentran canalizadas en otras reuniones. Por el contrario, se habló bastante de «contrarrestar la involución», conectado con el tema de lograr «la colaboración del pueblo con las fuerzas de seguridad» en el aislamiento del terrorismo.
A este respecto, el dirigente socialista Enrique Múgica afirma que «se trata de apoyar medidas como la ley de Defensa de la Constitución y de reforma del Código Penal, de manera que sean armas efectivas contra el golpismo y no perjudiquen la libertad de Prensa y las demás libertades; es decir, actuar con toda decisión y responsabilidad, pero sin que esos instrumentos puedan utilizarse para una caza de brujas». Y, por lo que se refiere a las medidas de apoyo social a la lucha contra el terrorismo, Múgica destacó la importancia de las aportaciones que podrían hacer partidos con buena implantación popular en lo que se refiere a concienciar a la población y a conseguir respuestas parecidas a las que «se produjeron en Alemania para la detención de la banda Baader-Meinhoff».
Por lo que se refiere a los planes autonómicos, socialistas y comunistas se muestran plenamente de acuerdo en que «el Gobierno carece, en estos momentos, de una política autonómica», y que el proceso debe continuar hasta finalizar el mapa autonómico de España. En este punto, la delegación comunista quiso dejar bien sentado que «el Gobierno no ha hablado para nada con nuestro partido sobre un supuesto proyecto para reformar la ley Electoral», y que además no están de acuerdo con un procedimiento que trate de eliminar a los partidos regionales. La delegación socialista indicó a su vez que tampoco hay acuerdos con su partido en esta materia.
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