Triunfo del finlandés Alen en el "Rally" de Portugal
Marku Alen, campeón del mundo de rallies en la temporada 1979, se impuso, apoyado por la fortuna, en el Rally de Portugal, segunda prueba puntuable para el Campeonato del Mundo. El sólido, pero vetusto, Fiat 131 Abarth del finlandés logró una victoria inesperada, favorecida por los abandonos de Mikkola y Vatanen. El español Rafael Cid logró terminar la carrera en un espléndido séptimo lugar, muy meritorio si se tiene en cuenta su condición de piloto privado y que los que le precedieron eran todos ellos pilotos de equipos oficiales.El durísimo Rally de Portugal tuvo como líder indiscutible, durante buena parte de la carrera, al finlandés Hannu Mikkeila. Su Audi Quattro dominó a placer la carrera. Pero mientras Mikkola recorría una prueba de velocidad de la tercera etapa, el motor de su coche cedió irremisiblemente y el finlandés quedó fuera de la carrera.
Tomó entonces el mando de la misma Vatanen. Pero por muy poco tiempo. En la siguiente prueba de velocidad, Vatanen se salió de la carretera en un exceso de fogosidad.
A partir de ese momento, Alen se encontró en la cabeza de la carrera, lugar que ya no abandonó hasta el final. Su ligerísima ventaja sobre el pequeño Talbot Lotus de Toivonen -sólo unos segundos entonces- fue en aumento, para terminar a más de nueve minutos, pese al lógico conservadurismo final del vencedor de la carrera.
Por detrás de Alen y Toivonen se clasificaron el sueco Waldegaard, en esta ocasión al volante de un Toyota, y la francesa Michele Mouton, compañera de equipo de Mikkola.
Serviá ganó el Montseny-Guillerias
El gerundense Salvador Serviá, uno de los mejores especialistas del país en la conducción de rallies, ganó con claridad el Criterium Montseny-Guillerias, segunda prueba del Campeonato de España de la especialidad. Pese a lo pequeño de su Ford Fiesta, Serviá no tuvo rival en el Porsche de Balcázar. En tercera posición terminó el segundo piloto de Ford, Juan Ignacio Canela, quien, de esta forma, se distancia en la cabeza del Campeonato de España. El campeón de Europa, Antonio Zanini, que estrenó en esta carrera un Talbot Horizon, logró una espléndida clasificación al terminar cuarto.La carrera se desarrolló toda ella sobre carreteras asfaltadas, lo que, en principio, favorecía a los coches más potentes que el Fiesta de Serviá. Pero la ausencia de Bagration, el desconocimiento del Porsche por parte de Balcázar, quien se vio obligado a utilizar este coche por tener accidentado su Lancia Stratos, y el gran momento de forma del gerundense fueron esenciales para su victoria. Una victoria que supone un justo premio a la calidad de Serviá y que, con toda seguridad, no será un éxito aislado.
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