Walter Cronkite,

el legendario periodista de la televisión norteamericana, presentará el viernes su último telediario. Desde 1962, el hombre que «inspira más confianza en Estados Unidos» era religiosamente escuchado todas las noches, a las siete, por millones de norteamericanos. Su telediario, de treinta minutos, difundido por la cadena CBS, estaba en cabeza de las listas de audiencia, con diecisiete millones de televidentes delante de los de la ABC y la NBC.La presentación que Walter Cronkite hacía de sus telediarios era impecable. Rápido, conciso, jamás bromeaba con la actualidad. Mantenía siempre un tono tranquilizador e imperturbable, casi paternal, incluso en los momentos de crisis más graves. A los 65 años, el famoso periodista ha decidido que habla llegado ya la hora de no someterse por más tiempo a la presión de las horas limite y de poder dedicarse a la cobertura en profundidad de los temas que le apasionan. Pero como no quería resignarse a la idea de aceptar la jubilación, Cronkite seguirá en la CBS como presentador de una nueva serie científica semanal llamada Universo. Además, cubrirá grandes acontecimientos en calidad de enviado especial y aparecerá, de vez en vez, en su antiguo telediario.