Arzallus consolida su hegemonía en el PNV
La organización local del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en Bermeo, que cuenta con unos 1.500 afiliados y cerca de 6.000 votantes, la mayoría de los cuales se alinean con la corriente sabiniana, ha sido oficialmente disuelta por decisión del tribunal supremo del partido, órgano que entiende de los conflictos internos al mismo. Esta decisión, unida a la eliminación de la minoría sabiniana en el comité regional de Guipúzcoa, cuya composición acaba de ser renovada, parece confirmar la hegemonía del sector habitualmente identificado con la figura de Xabier Arzallus, actual presidente del partido. Esa hegemonía tendrá ocasión de ponerse a prueba en la asamblea nacional del PNV, que se celebrará el próximo día 21.
La sentencia dictada por el tribunal supremo del partido el pasado 25 de febrero, confirma la emitida el pasado 22 de noviembre por el tribunal regional de Vizcaya, en la que se ordenaba la disolución de la organización del partido en Bermeo por la «indisciplina y rebeldía gravísimas» observadas en el último período y los «notorios perjuicios causados al PNV» con tales actitudes. Esa «indisciplina y rebeldía» de los afiliados de Bermeo serían en realidad la del sector sabiniano en su conjunto, opuesto a la línea de modernización del partido emprendida por Arzallus desde la desaparición, en 1978, de Juan Ajuriaguerra, líder indiscutible del PNV desde los años de la primera resistencia antifranquista. El rápido ascenso en las estructuras del partido de personas que con anterioridad a la muerte de Franco no se habían distinguido especialmente por su actividad política en la clandestinidad, ha sido el reproche permanentemente subyacente en los ataques del sector sabiniano, que con el bermeano Antón Ormaza a la cabeza se considera a sí mismo como «la vieja guardia».
La ideología "sabiniana"
Otras diferencias de orden doctrinal, o incluso puramente administrativo, han ido ensanchando la fosa entre los dos sectores. Así, el empeño del sector Ormaza en ser reconocido como los sabinianos, es decir, los herederos genuinos del independentismo de Sabino Arana, ha sido una forma indirecta de reprochar a los nuevos cuadros decisiones como la de acudir a las elecciones al Senado del 15 de junio de 1977 en alianza con los socialistas, o la de aceptar participar, el 28 de octubre de 1978, en la manifestación antiterrorista de Bilbao.Ambas decisiones eran consideradas, en un artículo publicado en Egin el 20 de diciembre de 1979 por Josu Arenaza, principal ideólogo del sector Ormaza, como los dos errores claves del PNV durante la transición. Se insinuaba que su efecto había sido la «ruptura del frente abertzale».
Nacionalistas "descafeinados"
El epíteto de autonomistas, aplicado con intención descalificadora por los sabinianos al sector rival, debe considerarse equivalente al de nacionalistas descafeinados, es decir, nacionalistas que han renunciado a los aspectos más radicales de la ideología de Sabino Arana y aceptan pactar con corrientes no nacionalistas y, en ese sentido, no vascas. Esta desnaturalización habría sido introducida en el partido, en opinión del sector Ormaza, por los parlamentarios, influidos por la presión de las fuerzas mayoritarias en Madrid. El hecho de que Arzallus haya sido, hasta su elección como presidente del partido, portavoz de la Minoría Vasca en el Congreso, le convertiría, a los ojos del sector Ormaza, en principal responsable de la desviación modernista, pese a ser un recién llegado, según el reproche complementario que se adjuntaba a la argumentación.Antón Ormaza, propietario de una fábrica de conservas en Bermeo, ha sido durante muchos años la principal figura política de esa localidad pesquera, considerada el pueblo más nacionalista de Vizcaya (sobre dieciséis concejales, once son del PNV, cinco de HB y uno de EE) En 1978, cuando cumplía su segundo mandato consecutivo como presidente del Consejo Regional de Vizcaya, los primeros conflictos internos con los parlamentarios provocarían su dimisión y la convocatoria de elecciones anticipadas. Tras un período de difícil convivencia de ambas tendencias, Arzallus anunció, a finales del año siguiente, su intención de renunciar a su escaño y encabezar una lista monocolor al ejecutivo de Vizcaya. Previamente, el Tribunal Supremo había aceptado la tesis de Arzallus de aplicación de un criterio de proporcionalidad atenuada que evitase la situación anacrónica de representación igualitaria de cada organización municipal, independientemente del número de afiliados.
Esta variación respecto a la norma estatutaria tradicional sería el motivo aducido en adelante por la organización de Bermeo para negarse a reconocer a la nueva dirección. A finales de mayo de 1980, el tribunal interno respondió a esa posición sancionando a los ocho miembros de la junta municipal de Bermeo.
Por lo demás, las elecciones para los órganos ejecutivos regionales de Guipúzcoa y Alava, celebradas en la semana pasada, y en las que se ha reforzado el sector más próximo a las posiciones de Arzallus, parece anunciar que de la asamblea nacional prevista para dentro de diez días saldrá un consejo nacional homogéneo y plenamente identificado con su actual presidente.
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