Un olímpico por los suelos
Enrique Rodríguez Cal, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Munich, el más brillante boxeador amateur que ha habido en España en muchos años, ha intentado, en el campo profesional, obtener similares galardones, pero por el momento ha acasado. En Londres intentó conquistar el título europeo de los minimoscas, pero no llegó a durar dos asaltos. Su adversario, Charlie Magri, le hizo doblar la rodilla repetidas veces. La aventura profesional ha sido el primer fracaso formal de Rodríguez Cal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
