Aumenta la gravedad de la crisis interna de Comisiones Obreras de Asturias
La disolución de los órganos de su dirección de la comarca de Gijón, la expulsión de nueve afiliados de la sección sindical de Ensidesa, la dimisión en pleno de la comisión ejecutiva de Hunosa y el aplazamiento del congreso del metal son los exponentes más destacados de la profunda crisis de Comisiones Obreras de Asturias. El denominador común de estos conflictos es la contestación por la ausencia de un debate interno que permita a las bases participación en la elaboración de la línea sindical.
Sin embargo, el crecimiento de la denominada corriente de izquierda, integrada por independientes disidentes del PCE y militantes de los partidos extraparlamentarios de izquierda, en el metal y en Gijón, no se da en la minería, donde la corriente mayoritaria del PCE mantiene una aplastante hegemonía.La crisis de la dirección sindical de Hunosa, en la que también jugó un papel importante la crítica a la falta de debate interno y al retraso en la convocatoria de la asamblea congresual, es debido, en parte, a la pugna entre distintas camarillas comunistas. La contestación al secretario general de CC OO de Hunosa, Marino Artos, era últimamente muy fuerte.
Julián Ariza y José Corell han sido designados por la dirección confederal de C.C OO para desplazarse el próximo viernes a Gijón y estudiar con la comisión ejecutiva asturiana el alcance y los motivos de la disolución de los órganos directivos de la unión comarcal gijonesa, acusados de diluir el sindicato en un mero movimiento asambleario y vanguardista divorciado de la clase trabajadora.
Gijón es la comarca asturiana con mayor número de afiliados a CC OO y donde esta central obtuvo los mejores resultados electorales. La «corriente de izquierda» acusa a la dirección regional de pretender el control y la manipulación del tercer congreso comarcal de CC OO, que debería celebrarse a partir del 28 de marzo.
De la comisión gestora designada para sustituir a los órganos cesados solamente pertenecen a la «corriente de izquierda» Luis Redondo y Vicente Fontaniella, quienes presentaron la renuncia.
La pugna, sin embargo, viene de antiguo. El pasado fin de semana nueve militantes de la corriente de izquierda, seis de Ensidesa-Veriña y tres de Ensidesa-Avilés, fueron expulsados del sindicato. Estas dificultades internas podrían haber sido la causa principal que movió al secretario general de CC OO de Asturias, Francisco Javier Suárez, hombre de toda la confianza del PCE, a dar el paso de suscribir implícitamente el acuerdo-marco interconfederal para buscar apoyo en la UGT en un momento, por otra parte, muy grave para Asturias.
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