El plan de reestructuración británico del carbón suprimirá 30.000 puestos de trabajo
La Junta Nacional británica del Carbón anunció el martes unos planes para la reestructuración de esta industria minera que podrían suponer el cierre de varias minas y la pérdida de unos 30.000 puestos de trabajo, con una amenaza de confrontación entre el sindicato de los mineros y el Gobierno.
El plan, trazado en sus líneas generales, y no en detalle, está, en principio, pensado para hacer frente al actual período de recesión y prevé una reducción en la producción británica de carbón de unos diez millones de toneladas al año. Por ello podrían llegar a cerrarse unas cincuenta minas en los próximos cinco años, aunque se potenciaría una explotación altamente mecanizada de las minas más rentables.Sir Derek Ezra, presidente de la Junta del Carbón, quiere estabilizar la oferta y la demanda de este producto, disminuyendo la producción en las minas cuyas reservas se están agotando y expandiendo aquéllas con mejor acceso a reservas viables.
En los últimos siete años, paradójicamente, la Junta ha estado luchando para aumentar la producción nacional del carbón en vista de los problemas energéticos previstos para finales de siglo. A largo plazo, la minería del carbón tiene un brillante futuro, pero a corto plazo la impresión es muy diferente. Las existencias de carbón para esta primavera alcanzarán los 37 millones de toneladas, y la Junta del Carbón no quiere aumentarlas.
La producción de carbón aumentó sustancialmente en los últimos cuatro meses, por medio de la inversión y de un acuerdo de producción con los mineros. Además, el año pasado se importaron ocho millones de toneladas de carbón de la Comunidad Europea, en parte porque era más barato, y porque la industria del acero necesitaba un tipo de carbón que no se encontraba en Gran Bretaña, y en parte porque se creía que la industria minera nacional no produciría la suficiente cantidad de carbón.
No es sorprendente, pues, que el presidente del sindicato nacional de los mineros, Joseph Gormley, haya señalado que el nuevo plan le parece una «locura económica» y pidiera subsidios gubernamentales para la minería del carbón parecidos a los del resto de los países de la Comunidad Europea, pero la primera ministra británica, Margaret Thatcher, ha rechazado en principio una ayuda de este tipo, Los mineros parecen dispuestos a una confrontación con el Gobierno, con lo cual la renacida triple alianza entre sindicatos de la industria del acero, ferrocarriles y carbón podría cobrar más peso.
Talbot cierra una planta en Escocia
Por otra parte, la planta de Talbot en Linwood, cerca de Glasgow (Escocia), propiedad del grupo francés Peugeot-Citroën desde 1978, cerrará próximamente, con la consiguiente pérdida de 4.800 puestos de trabajo.Un portavoz de Talbot, dando ayer esta noticia, señaló que la planta de Linwood había supuesto unas pérdidas de veinte millones de libras (4.000 millones de pesetas) en 1979, esperándose un déficit aún mayor para 1980.
La producción de los modelos Avenger y Sunbeam se detendrá en junio próximo, y el resto de la planta cerrará a finales del año.
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