_
_
_
_

Los quinielistas dejan de cobrar anualmente 200 millones

Una cifra superior a los doscientos millones de pesetas es la que habitualmente todos los años dejan de percibir los quinielistas con boletos premiados, bien por olvido o por haber perdido el resguardo y no poder demostrar su pertenencia. Este dinero se divide en tres tercios, que tienen como destino la Mutualidad de Futbolistas, la Mutualidad General de Deportistas y el Fondo de Explotación y Mecanización de los Servicios del Patronato.

Los premios de las quinielas caducan a los seis meses. Si son superiores a 12.000 pesetas, el Patronato se encarga de comunicárselo a los poseedores de los boletos premiados y que no son reclamados, siempre que el apostante haya indicado su nombre y dirección, lo que no siempre se produce. Por lo general, cuanto más alto sea el nivel social del que rellena una quiniela, más busca el anonimato y lo único que refleja, si acaso, son sus iniciales.Los boletos premiados con pequeñas cantidades suelen ser los que se olvidan de cobrar. Sin embargo, en la historia de las quinielas ha habido hasta premios de cuatro millones de pesetas que no se han cobrado. En los boletos no aparecía ninguna identificación y el Patronato se lanzó a la búsqueda de sus propietarios. Pese a que se dio a la publicidad que había unos premios importantes sin cobrar, la cantidad pasó a engrosar el fondo de premios caducados, aunque no faltó gente que, al enterarse, quiso pasarse como dueños de los boletos premiados. Incluso hay un gallego que lleva cinco años tratando de llevarse uno de los premios desiertos de cuatro millones de pesetas. pese a haberse demos trado ya, tras pleito civil, que no fue él quien rellenó la quiniela.

La búsqueda por parte del Patronato de los acertantes que no cobran sus premios ha tenido éxito en otros casos. El más destacado fue cuando hace diez años encontró a una anciana que vivía en la mendicidad en Madrid y que no se había percatado de que tenía un boleto premiado con nueve millones de pesetas.

Cuando realmente es difícil cobrar un boleto premiado es si además de haberse perdido el resguardo no se ha identificado el apostante. No ha sido este el caso, conocido ayer, de Juan Saborido, labrador jubilado de Arcos de la Frontera (Cádiz), localizado por el Patronato para comunicarle que había acertado en una jornada hace cuatro meses un boleto de catorce resultados, premiado con 11 .735.114 pesetas. Padre de trece hijos y con 21.000 pesetas de pensión al mes, había perdido el resguardo y no sabía que había alcanzado el pleno.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_