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Rally de Montecarlo

Espectacular accidente del líder Mikkola

El finlandés Hannu Mikkola, claro dominador del Rally de Montecarlo durante la primera parte del mismo, se vio sorprendentemente retrasado por culpa de un espectacular accidente, una penalización posterior y una nueva pérdida de tiempo por no haber podido cambiar las ruedas. El piloto del Audi Quattro llegó al pequeño descanso de Vals-les-Bains con un retraso acumulado superior a catorce minutos con respecto al nuevo líder, el francés Therier -que conduce un Porsche como privado-, cuando había salido a cubrir esta etapa con casi seis de ventaja.

Mikkola tuvo los primeros problemas mecánicos en su coche tras el primer descanso de esta durísima carrera. Cuando disputaba la primera prueba especial de velocidad de esta etapa, el Audi Quattro se vio retrasado por problemas eléctricos. Pero el finlandés, que no había perdido demasiado tiempo por culpa de estos problemas, atacó de nuevo y volvió a restablecer su holgada posición de líder destacado de la carrera.Sin embargo, la carrera dio un vuelco espectacular al llegar a la quinta prueba especial. Mikkola se vio sorprendido por una gran placa de hielo. Pese a su sorprendente dominio del coche y la manejabilidad de éste sobre carreteras nevadas o heladas, el finlandés perdió el control y fue a chocar a alta velocidad contra una pared de nieve, de la que rebotó violentamente para acabar golpeando contra una roca.

Toda la parte delantera izquierda del Audi Quattro quedó destrozada, incluida la rueda y la suspensión.

Mikkola y su compañero Hertz bajaron del maltrecho coche y, rápida y provisionalmente, arreglaron los graves desperfectos lo suficiente como para que el vehículo pudiera llegar al final del tramo especial de velocidad, donde los mecánicos del equipo alemán podrían intentar solucionar la grave avería.

Tras recorrer el último kilómetro con sólo tres ruedas y un disco de freno como si éste fuera la cuarta, Mikkola llegó al lugar donde esperaban sus mecánicos. Aunque después de haber perdido más de dieciocho minutos la carrera estaba prácticamente perdida, todos trabajaron a un ritmo frenético para que el coche pudiera seguir. Y lo consiguieron, a pesar de que con el tiempo invertido en la reparación el fenómeno finlandés llegó al control horario con cuatro minutos de retraso, además de tener que hacer el siguiente tramo de velocidad con ruedas de clavos, pese a estar la carretera completamente seca, porque los mecánicos, con las prisas, no le habían cambiado las ruedas.

Eso le costó tres minutos más de retraso, con lo que, pese al beneficio del tiempo promedio de los peores con respecto al de los mejores -extraño sistema que se utiliza en el Rally de Montecarlo-, el retraso total acumulado es superior a catorce minutos.

Así, Mikkola, en una noche aciaga, pasó de ser sólido y holgado líder a perderse en el fondo de la clasificación. Sin embargo, su impresionante clase y su carácter indomable podrían llevarle, en un nuevo vuelco espectacular, a ocupar alguno de los puestos principales de la carrera, aunque no a la victoria.

El duelo queda ahora centrado entre los franceses Therier -que corre como piloto privado al volante de un Porsche-, Ragnotti y Saby -sobre sendos R-5 Turbo oficiales- y Frequelin -autor de una gran carrera sobre un Talbot Lotus.

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