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El Madrid no va por nota, se conforma con aprobar

El Madrid ya no va por nota; se conforma con aprobar. En Murcia, una vez más, jugó como si tuviera reserva sobrada de puntos para conseguir sus objetivos. Por lo que respecta al arbitraje, la profecía de Alfonso Cabeza no se cumplió, y Miguel Pérez tuvo una excelente actuación. El Murcia, tan medroso como el Madrid, sólo fue incisivo cuando el balón cayó en pies del brasileño Gil, un gran fichaje.El Madrid salió con Stielike en la media punta; Gallego, Del Bosque y Angel, en la media, y Camacho sobre García Murcia, que le arrastraba hacia el medio campo. Cinco centrocampistas en total. El Murcia tenía otros tantos, con el ya citado García Murcia, más Lago, Chazarreta, Naharro y alguno de los laterales, Campello o Rubiñán, que salían hacia arriba (casi nunca muy arriba) cuando veían la: posibilidad. Juanito y Santillana, por un lado, y Abad y Gil, por otro, quedaban en punta. Muchos de los centrocampistas tenían como función prioritaria la de anular a algún rival.

Con este planteamiento ya se comprende que el partido no podía resultar excitante para el aficionado, al que ni siquiera le cupo la compensación de desahogarse con el árbitro, porque la actuación de Miguel Pérez contradijo las presunciones de Alfonso Cabeza. Lo único que quedaba era la emoción, la incertidumbre del resultado en este partido entre dos equipos que parecían desear la victoria menos de lo que la necesitan. El balón progresaba lenta y trabajosamente hacia uno y otro campo entre aquella patulea de centrocampistas, y pasaban los minutos sin que los porteros tuvieran que lucir sus habilidades. Gil encontró un par de veces resquicio para disparar, pero o lo hizo sin potencia o sin colocación. Por el otro lado, Santillana remató un buen centro de Camacho contra el pie de Echevarría, y Stielike, que no es un especialista en la finalización de las jugadas (por lo que no es may apropiado colocarle como media punta, donde además se desaprovecha su fuerza), dejó escapar una gran oportunidad, en bonita entrega de cabeza de Del bosque. Tras un par de regates, disparó flojo y desde postura forzada, y un defensa despejó. Juanito intentaba cosas, pero no recibía mucho juego, y de cuando en cuando se echaba atrás y aumentaba el lío. Santillana apenas intervenía. Abad y Gil combinaban bien, pero García Cortés y Sabido les ponían las cosas difíciles. A la media hora de juego, Stielike, lesionado, dejó el puesto a Isidro, lo que no hizo mejorar, ni mucho menos, al Madrid.

Fue al poco de comenzar el segundo tiempo cuando Abad y Gil montaron un contraataque rapidísimo, que finalizó en el único gol del Murcia en todo el partido. Fue la única jugada del encuentro en la que no intervino ningún centrocampista, y también la más rápida y la mejor construida. Con el gol, el Murcia se echó para atrás y cedió metros al Madrid, que por un rato apretó algo. Pero a Juanito no le salían las cosas y no había ningún otro jugador capaz de crear sorpresa en el área del Murcia, excepto Del Bosque quizá, con algún. pase acertado; Gallego se gastaba en carreras tras Rubiñán cada vez que éste salía por su zona; apenas hizo fútbol constructivo, y fue sustituido por Portugal, que tampoco puso nada. Tras un córner rebotado fuera del área, un centro de Angel lo cabeceó Santillana a gol.

De ahí en adelante, el Madrid se volvió más cauteloso, porque Gil le fue tomando la medida a Sabido y, bien apoyado por Abad, daba un susto cada vez que le llegaba el balón. Lanzó un cabezazo rozando la escuadra y cruzó demasiado en otra ocasión tras plantarse solo ante el portero madridista. Un buen fichaje este del Murcia. Terminó convirtiéndose en el único jugador válido del partido, el único hombre, junto con Miguel Pérez, que se ganó los aplausos finales del público. El Madrid volvió a casa con un positivo más, que le sitúa mejor para clasificarse para la Copa de la UEFA.

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