_
_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Mozart, el más popular de los clásicos, en Radio Nacional

La idea de Clásicos populares es de Fernando Argenta, hijo del célebre Ataúlfo, el llorado director de orquesta montañés que popularizó tantas páginas maestras de la música española y universal. Nunca un programa de radio dedicado a la música clásica tuvo audiencia tan entusiasta y multitudinaria como este Clásicos populares, que, entre bromas y veras, ha acercado la mejor música a los más variados sectores de nuestra población.Durante meses, años ya, a diario, una gran mayoría de la audiencia radiofónica conecta sus aparatos a RNE a la hora en que José Manuel Rodríguez Rodri (o, antes, Carlos Tena) lee los guiones de Argenta para Clásicos populares. Y se oyen las músicas del viejo peluca (Bach), del cura pelirrojo (Vivaldl) o del sordo genial (Beethoven). Y parecen sonar de otra manera, o, al menos, ya no son para muchos esa música enfadosa e incomprensible que presenta, con terminología más o menos técnica y gran lujo erudito, la voz enfática del locutor de turno.

Cerca de 3.000 cartas en cada votación para el hit parade de Clásicos populares pueden dar idea de la enorme audiencia del programa de Argenta. Ahora, a fin de año, se ha realizado el hit parade definitivo, en el que han sido votados los cuatro primeros y los cuatro segundos clasificados en los hit parade parciales, correspondientes a cada estación del año. Por cierto, durante esas votaciones se han regalado, durante 1980, más de trescientos elepés clásicos a los participantes.

Pues bien, los resultados de esta cumbre musical de la popularidad clásica denotan un ligero descenso de los valores barrocos, casi siempre en cabeza, y ponen al olímpico Mozart en el pináculo de la fama radiofónica con el tiempo lento de su Concierto número 21, K.467, que ha obtenido cerca de mil votos en la consulta final.

El segundo lugar ha recaído en el elepé Greatest hits of 1720 (CBS 73897), donde encontramos una serie de piezas barrocas, desde el famoso Canon, de Pachelbel, hasta la Marcha triunfal del Tancredo, de Campra, pasando por Albinoni, Corelli, Bach y Haendel.

Sigue la música del compositor español Joaquín Rodrigo, al parecer el único autor que, en vida, es capaz de tal hazaña. Pero esta vez no es el inevitable adagio del Concierto de Aranjuez el fragmento elegido, sino la adaptación para flauta de la Fantasía para un gentilhombre, en la versión de James GaIway y la Philarmonia Orchestra, dirigida por Eduardo Mata (RCA R1-25193).

En posiciones inmediatas figuran la Cuarta sinfonía, de Mahler; el poema sinfónico El Moldava, de Smetana, y tres recopilaciones barrocas. Los álbumes Tesoros de la música barroca, correspondientes a Haendel (Hispavox-Erato 66.326) y Vivaldi (Hispavox-Erato 66.318), y el disco subtitulado Perlas del barroco (Hispavox-Arión 60.203), por la Orquesta Pro Arte de Munich, dirigida por Kurt Redel. Este disco se abre con el precioso ostinato en que se basa la Sonnerie de Sainte Geneviève du Mont, de París, de Marin Marais.

Clásicos populares se ha convertido, haciendo honor a su nombre, en la distracción favorita del taxista, del profesional libre, del jubilado, del ama de casa, del maestro de escuela, de miles de españoles que han empezado a darse cuenta de lo que valen un Bach, un Mozart o un Beethoven...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_