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hay que hacer demasiado caso a los adivinos, pero hay que tomárselos en serio. La paradoja, en este caso, viene a cuento de lo que dice el Viejo Moore, almanaque-adivino inglés que se edita desde 1690 en Gran Bretaña, y que para 1981 nos presenta una perspectiva inquietante a los habitantes de este país. Dice el citado almanaque que en el mes que comienza pasado mañana habrá intranquilidad en España y seísmos en Japón. En casa -en Inglaterra-, las cosas parece que serán más serenas: los conservadores consolidarán su poder y el equilibrio económico de su país. De regreso al pesimismo, estima el Almanaque del Viejo Moore que en julio de 1981 morirá una importante personalidad de la Organización de las Naciones Unidas. Dos meses más tarde -no relation (sin relación)- con aquella muerte, como dicen los británicos- habrá una crisis internacional muy grave, que se verá acompañada por dificultades en los suministros de petróleo y repercusiones negativas en las bolsas de valores. El almanaque, que fue fundado por Francis Moore en el siglo XVII, y sigue tan campante como nuestro Calendario Zaragozano, vuelve a los tópicos en esta otra predicción: en octubre volverá a fracasar la cosecha en la Unión Soviética y al mes siguiente habrá accidentes aéreos en alguna parte del mundo. En junio, dice, también se producirán estos siniestros.