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Nueva industria

( ... ) España se industrializón con rapidez a partir del plan de estabilización de 1959 y la relativa modernidad de las instalaciones hace que, bastantes actividades puedan competir en cierto grado. O mejor dicho, podían, porque los números rojos se han apoderado de los balances de muchas compañías a las que los saltos en los costes les han pillado cuando aún soportaban las cargas financieras del endeudamiento asumido para equiparse.Y sin haberse hecho vieja, gran parte de nuestra industria resulta inservible. Hay cue ir hacia un rearme industrial, hacia una tercera revolución que permita cubrir airosamente el período de cuarenta años por lo menos que parece que van a durar los problemas energéticos. Y que facilite también nuestro tránsito por las Comunidades Europeas, porque poco caso van a hacer allí a nuestros barcos, laminados, automóviles o electrodomésticos cuando los tienen tan tocados de ala como aquí.

Hay que ir hacia nuevas industrias, hacia las que convencionalmente se conocen como «de punta», emparentadas en general con la informática y la electrónica. Aunque sin olvidar otras más tradicionales, pero con amplio campo por delante, como pueden ser la industria alimentaría y la propia fabricación de bienes de equipo.

El Estado, y quizá más aún, las comunidades autónomas, tienen ante sí la necesidad de ir hacia un serio esfuerzo de estudio y determinación de las nuevas industrias que mejor cabida tienen en su territorio, al margen de lo que haga la iniciativa privada.

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24 de diciembre

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