Fernández Ordóñez: "El congreso de UCD debe debatir la clarificación política del partido"

Treinta parlamentarios de Unión de Centro Democrático del llamado grupo socialdemócrata, que preside Francisco Fernández Ordóñez- se reunirán el próximo lunes por la noche en Madrid, en compañía de varios compromisarios del mismo sector, para debatir la estrategia del grupo ante la próxima celebración del segundo congreso del partido centrista. Una reunión esta de la que se espera, como primera conclusión, el deseo de los socialdemócratas de que el segundo congreso de UCD se convierta en un debate de clarificación política del partido, según lo afirmó ayer a EL PAIS el máximo representante de este grupo y ministro de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez.

El ministro Fernández Ordóñez afirmó ayer a este periódico que no considera muy importante ni definitiva la discusión que sobre los estatutos del partido o sobre el reparto de influencias de poder quieren llevar al congreso de Palma de Mallorca algunos sectores de, UCD, como se desprende del manifiesto firmado por parlamentarios liberales y democristianos. Fernández Ordóñez dijo: «Nosotros estamos a favor de toda la democratización que sea posible alcanzar en el seno del partido, pero lo verdaderamente importante del próximo congreso será conseguir una clarificación política definitiva de UCD, el poder explicarle a la sociedad española dónde estamos en realidad, qué es lo que queremos y hacia dónde vamos. Este será, sin duda, nuestro caballo de batalla y nuestra primera preocupación».El ministro añade: «Ya está bien de botes de humo en este momento de la política española. Ahora hay que llamarle a las cosas por su nombre, y una vez que acabemos de democratizar en el partido todo lo que sea posible, y yo he estado siempre a la cabeza de estas reformas, lo que hay que hacer es hablar de política. Me parece grotesco que el debate del congreso de UCD sea un simple de bate para discutir listas para el consejo político y otros órganos Lo que hay que hacer es toda una clarificación política e ideológica, definiendo posiciones. No hemos encontrado muchos problemas internos en los debates sobre la justicia social, a la hora de los pactos de la Moncloa, ante el Estatuto de Centros Docentes, en el tema de las incompatibilidades, en la ley del Divorcio y en la ley de Autonomía Universitaria. Problemas en el seno de la UCD que necesitan respuestas concretas que delimiten nuestro espacio político y clarifiquen el posible campo de las alianzas. Esto es lo que, en mi opinión, debe salir del congreso en el seno de un documento serio y muy elaborado».

Interrogado sobre si las iniciativas de los liberales y democristianos no ocultan un programa político de derechización del partido, Fernández Ordóñez afirmó: «Evidentemente hay una derechización en el seno de una operación que está en marcha. Tuvimos constancia de ello en la reforma Fiscal, en los pactos de la Moncloa y en los últimos debates mencionados. Es por todo esto que nosotros como socialdemócratas y como hombres del centro estamos dando la batalla política como la hemos dado en la ley del Divorcio en discusiones parlamentarias, en las que incluso tuve que intervenir en contra de varios diputados de nuestro propio partido. Una batalla destinada a mantener el nivel de progresismo que defendió siempre en el seno de UCD el sector socialdemócrata, los treinta o cuarenta diputados, de manera más concreta, que serán los que con los cerca de trescientos delegados que llevamos al Congreso, exigirán en Palma de Mallorca una clarificación política definitiva del partido, de acuerdo con el programa que nos dio la victoria en las últimas elecciones y del que tenemos que responder constantemente ante el electorado».

Por último y en relación con el tema de los estatutos, el ministro de Justicia afirma que está a favor de la democratización de arriba abajo del partido, de la ausencia de compromisarios natos, de que el candidato a presidente encabece una lista de los órganos de dirección bajo el sistema de elección mayoritaria y no proporcional, porque de lo contrario «se favorecería el desgajamiento del partido y el caciquismo». Asimismo se declara partidario de una ejecutiva restringida para que el partido se pueda dirigir con eficacia, «porque el problema real del partido está en la dirección y en la falta de autoridad».