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Jean-Jacques Servan-Schreiber presentó en Madrid su último "desafío"

«Estamos en el final de una época. La sociedad industrial ha muerto o está a punto de hacerlo La crisis energética ha precipitado esta bancarrota del sistema occidental. Nace una nueva sociedad en la que la materia prima del petróleo es sustituida por la sustancia gris de la inteligencia aplicada a los ordenadores. Europa, países árabes, países del Tercer Mundo y Japón serán los pilares de la nueva sociedad mundial informatizada». Casi dos meses después del lanzamiento en la pasada feria de Francfort, Jean-Jacques Servan-Schreiber presentó ayer en Madrid su último libro El desafío mundial.

La obra de Servan-Schreiber ha sido publicada simultáneamente en quince idiomas (la edición española es de Plaza Janés) y se ha escrito sobre las aportaciones del llamado Grupo de París, formado esencialmente por tres equipos de expertos de Europa, Japón y países árabes.Las últimas tesis del autor que escribió también El desafío americano (1969), «aquel libro que presenté en la Universidad de Madrid en otras circunstancias políticas y que, a pesar de que el acto acabó con piedras, recuerdo el calor con que me recibió la juventud madrileña», ha sido acogido por la crítica mundial, hasta ahora, con especiales reservas. Los propios franceses lo han calificado de «reportaje periodístico escrito según el estilo de Pierre Collins y Dominique Lapierre sobre el fondo de los contenidos de los informes Brand y Nora-Minc, este último sobre la informatización de la sociedad». J.-J. S.-S. ha tenido incluso que enfrentarse a acusaciones de plagio.

Las primeras críticas españolas han calificado a J.-J. S.-S. de utópico. «No es cierto que sea utópico», dijo ayer el antiguo presidente del Partido Radical francés; «lo que sucede es que soy optimista porque creo que tenemos instrumentos seguros para abordar la crisis mundial y ganar el futuro. Pero debemos saber utilizar esos instrumentos. En el libro no hay teorías, es un relato de lo que existe en el mundo de hoy». Y como prueba de que se ha tomado en serio el tema, J.-J. S.-S. explicó ayer cómo tardó dieciocho meses en preparar el libro. «Dieciocho meses en los que no he podido estar con mis hijos porque he tenido que viajar constantemente ». Tres meses tardó en escribirlo y otros tantos puede durar la campaña de promoción y los debates posteriores a su publicación. Para poder mantener este ritmo de actuaciones, J.-J. S.-S. utiliza un jet privado, concretamente un Falcon-10, con la inscripción Marcel Dassault, con el que se desplazó ayer desde París a Madrid y hoy lo hará de Madrid a Barcelona. En Madrid tuvo tiempo de grabar un programa de televisión, de asistir a un almuerzo presidido por Antonio Garrigues Walker con la Asociación para el Progreso de la Dirección y de presentar por la tarde su libro en el Club Internacional de Prensa. Pero esta vez la repercusión dé la estancia de J.-J. S.-S. en Madrid, fuera de los medios empresariales y periodísticos, ha sido escasa.

En El desafío mundial, Servan-Schreiber expone la historia y las consecuencias de la crisis del petróleo, centrada en los países árabes, quienes, aun manteniendo el poder de las materias primas e incluso el poder financiero, necesitan de Europa y lanzan una llamada a Occidente para que acepte participar en la construcción de un nuevo orden mundial. La sociedad industrial, que ha perdido el control del petróleo y de las inversiones, se encuentra en una gravísima situación. La solución, «el cambio revolucionario y fecundo», llegará con la informatización. Esta era ya ha comenzado en Japón con la invasión de los ordenadores.

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