"Flash Gordon", la dimensión imaginativa del "comic" llevada al cine
Imaginación y evasión. Estos son los dos ingredientes que, según Dino de Laurentiis, productor que se ha gastado cin cuenta millones de dólares (unos 3.500 millones de pesetas) en trasladar a las pantallas cinematográficas las aventuras del comic Flash Gordon, está pidiendo el público cada vez con más insistencia. Los avances de la tecnología y la convicción por parte de los grandes promotores económicos de Hollywood de que la imaginación es una forma de superar las crisis, han hecho posibles filmes como Superman, La guerra de las galaxias, Alien o el propio Flash Gordon, que se va a estrenar próximamente en España.
Flash Gordon, héroe del comic cuya lectura ha estado muy extendida en España, nació de la imaginación y de la pluma de Axel Raymon, como ilustración de algunos periódicos norteame ricanos en 193.4. Hubo una pri mera época, una vez que las aventuras de Gordon se consoli daron en el género comic, en la que fue llevado al cine, como lo fueron también las aventuras gráficas de Tarzán, Dick Tracy, Terry y los piratas, El hombre en - mascarado, Batman o Spiderman. El lanzamiento de Flash Gor.dón coincide ahora con una escapada general de la industria de Hollywood hacia los comies. Los héroes de la historieta sustituyen a los que podían ser héroes de la vida real. Los efectos especiales y los robots parlantes o cualquier otro tipo de artilugio reemplazan a las personas; la electrónica, el color y el sonido desplazan al arte interpretativo de las antiguas stars de carne hueso y sentímientos.No se sabe muy bien si son los productores de Hollywood los que proponen este tipo de evasión hacia los sueños como salida de la crisis o si, por el contrario, los productores se han limitado a recoger la inquietud del ciudadano ante los problemas cotidianos vividos en un sentido planetario, y se dedican a explotar esos deseos de evasión con un fino sentido comercial. La actual fiebre del comic que acompaña a Flash Gordon se llarna también Popeye (Altman), Alley OpyAnnie (Columbia Pictures), Sheena, la reina de lajun.la o Wicked Wanda. Todas estas películas o ya se han distribuido c están a punto de terminar su rodaje. La versión cinematográfica del dibujo Flash Gordon ha sido dirigida por Micha,el Hodges e interpretada en sus principales papeles por Sam J. Sones, Melody Anderson, Ornella Muti, Max von Sydow, Chaim Topol, Timothy Barin y Manangela,Melato. En el rodaje han intervenido 350 personas, quienes durante seis meses se han ocupado de todos los detalles, incluso de la seguridad de las instalaciones y de la protección contra posible espionaje sobre las técnicas seguidas.
Más importante que las interpretaciones del actor principal, Sam J. Jones, un jugador de fútbol americado elegido para el papel de Flash Gordon por su «estructura maciza», y la de los demás actores: Melody Anderson (Dala Arden en la película, compañera de Gordon), Max von Sydow (emperador Ming) y Ornella Muti (princesa Aura, hija del emperador Ming) son los decorados y la producción de efectos especiales, que han sido diseñados por Danilo Donati, dos veces galardonado con el Oscar por su trabajo de diseño en Romeo y Julieta, de Zeffirelli, y Casanova, de Fellini. En los efectos especiales han trabajado como técnicos el experto en óptica Frank van Der Veer, y el especialista en física solar Barry Nolan. Tan sólo el equipo de rayos láser que han, utilizado ha costado 50.000 dólares (cerca de tres millones y medio de pesetas). El resultado ha sido un fascinante relato de aventuras.
«Hace unos años», ha explicado Dino de Laurentiis en Madrid, donde ha asistido a un pase privado de esta película, «no hubiera podido hacerla, porque la técnica de los efectos-especiales no estaba tan avanzada».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.