Carrillo consiguió hacer triunfar su línea por amplia mayoría
El secretario general del Partido Comunista de España (PCE), Santiago Carrillo, consiguió ayer una importante victoria sobre los que han venido criticando su gestión, al lograr que su propuesta sobre el método y contenido del X Congreso del partido, que se celebrará los próximos días 15 al 19 de julio, fuera aprobada por 91 votos a favor, diecinueve abstenciones y dos votos en contra.
Sin embargo no ha debido de resultar fácil llegar a los resultados citados, a tenor del desarrollo interno de los debates del Comité Central, que comenzaron, el pasado sábado, con tres puntos en el orden del día: la preparación del X Congreso, la situación de Mundo Obrero y las relaciones entre el PCE y el PSUC, y concluyeron anoche con sólo, el primero de los puntos aprobado. Los otros dos han quedado aplazados para una nueva reunión del Comité Central, que se celebrará el próximo día 8 de diciembre. Así pues, más de treinta horas de debate han sido necesarias para que Carrillo lograra convencer de su propuesta. Más de treinta horas en las que, según fuentes próximas a la dirección del partido, 140 miembros del Comité Central -entre un total de 160- expusieron las razones de su apoyo u oposición a la línea del secretario general.Carrillo contaba esta vez con dos importantes puntos de conflicto: por un lado, los resultados de la reunión del comité ejecutivo del pasado lunes, en que todo el bloque catalán (PSUC), Pilar Brabo y Julio Segura, se mostraron contrarios al informe de Santiago Carrillo (y que más o menos podrían coincidir con los veintiún votos de ayer no favorables a Carrillo), y por otra parte, el delicado momento que está atravesando el partido, con fuertes debates ideológicos y un considerable descenso de militancia. De hecho, prácticamente todos los asistentes al pleno del Comité Central coincidían ayer al afirmar que había sido uno de los más importantes e intensos plenos de los últimos años.
Vicesecretario general
El informe presentado por Carrillo llevaba incluida la creación del cargo de vicesecretario general, aunque en las sesiones parece que no se mencionaron nombres. Sin embargo, en los pasillos, dos eran los más destacados: Jaime Ballesteros, que representaría la línea continuista, y Nicolás Sartorius. En ambos casos habría que destacar que sus intervenciones en el pleno fueron muy favorables a Santiago Carrillo y que parece poco probable que el vicesecretario general sea elegido antes del X Congreso.Firmemente defensores de la línea carrillista fueron Tomás Tueros, Antonio Palomares Vinuesa y Fernando Soto, entre otros, mientras que las intervenciones más críticas corrieron a cargo de Roberto Lertxundi Antoni Gutiérrez, Pilar Brabo, Jordi Solé Tura y Ramón Tamames.
Otros temas de contenido muy debatidos fueron la democratización interna del partido, la relación con las bases intelectuales y en general, «todos aquellos que preocupan en estos momentos a los comunistas», como diría José Bolois, jefe de Prensa del partido. En todo caso, parece que no fue el contenido del informe de Carrillo lo que suscitó la polémica más encendida, sino el método, es decir, el hecho de que no se hubiera pasado una copia escrita del in forme a cada uno de los miembros del pleno, a fin de que éstos pudieran estudiarlo detenidamente.
Finalmente fue aprobada un propuesta para incluir a militantes del partido que no son miembros del Comité Central en la comisiones que se encargaran de preparar el trabajo del X Congreso, por 52 votos a favor frente a cinco abstenciones y 42 en contra, mientras que otra proposición de Tamames para aumentar en seis el número de miembros que las integrarían salió derrotada por 61 votos en contra, 23 a favor y 15 abstenciones.
Por otra parte, según informa nuestro corresponsal en Sevilla, José Aguilar, la profundización en la democracia interna que permita el enriquecimiento ideológico de los militantes, «rechazando todas las posiciones excluyentes y dogmáticas que obstaculicen el debate», es una de las resoluciones aprobadas, por amplia mayoría, en la conferencia celebrada por los profesionales y técnicos comunistas de la provincia de Sevilla el pasado domingo.
Esta ha sido la primera conferencia de las llamadas « fuerzas de la cultura», que celebra el PCE en toda España, y sus conclusiones han ratificado las tesis contenidas en el documento preparatorio, enormemente crítico para la dirección de este partido (véase EL PAIS de 21 de octubre), y que ofrecía una alternativa organizativa totalmente heterodoxa.
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