El West Ham rompió europeo del Castilla en la prórroga
El sueño del Castilla quedó roto en Londres en el extraño partido disputado en Upton Park a puerta cerrada. El West Ham, muy superior en la primera parte, llegó al descanso con tres goles de ventaja gracias sobre todo a los nervios del Castilla. En la segunda parte, la casta del filial madridista le sirvió para igualar de nuevo la eliminatoria. En la prórroga, de nuevo los nervios y cierta falta de suerte determinaron su eliminación.Comenzó el partido con una sensación extraña por parte de todos. La qusenciade público convirtió este encuentro en una especie de obra de teatro sin espectadores, en un «ensayo general con todo». Retumbaban los balonazos, se podían escuchar perfectamente las instrucciones de los entrenadores y en las gradas no había más que recogepelotas y los fotógrafos de Prensa.
Salió el Castilla con tres hombres de punta para prevenir las posibles subidas de los laterales ingleses y para evitar el verse muy encerrado atrás. Pero desde el principio se pudo apreciar un defecto muy grave: la falta de serenidad en el centro del campo.
El defecto del West Ham era la flojedad de su defensa, y cuando de vez en vez el Castilla llegaba al área, creaba con poco esfuerzo una situación de peligro. Pero no tuvo suerte ante el marco, y un potentísimo disparo de Sánchez Lorenzo resultó poco colocado y lo pudo detener el meta inglés sin demasiados apuros. N.o mucho después, de esta jugada, una gran colada de Holland, con pase atrás, fue rematada espectacularmente por Pike con un durísimo disparo raso que valió el primer gol. A partir de entonces el Castilla se puso aún mucho más nervioso, desde su portero, Miguel, fallón por alto, hasta el extremo izquierdo Cidón. Sólo los hermanos Paco y Balín mantuvieron un buen tono. No fue extraño que el West Ham anotara dos goles más antes del descanso.
El Castilla salió con otra cara en la segunda mitad. Quedó fuera Cidón, pasó Alvarez al puesto de extremo izquierdo y entró Blanco en la media, sobre Devonshire. El juego del Castilla en la primera fase de la continuación fue soberbio. Desaparecieron los nérvios, la media empezó a mover bien el balón, y los tres hombres:punta, en especial Balín, hicieron jugadas de enorme peligro y brillantez.
Con el tanto, la eliminatoria quedaba igualada y el partido entró en fase agónica. Se jugaba en las dos puertas, con ocasiones de peligro en ambas, y el gol podía caer en cualquier lado. Pero no hubo ningún tanto ni en una ni en otra puerta, y se llegó a la prórroga, en la que el Castilla acusó la lesión de Paco en un tobillo. Perdió otra vez su confianza y se echó demasiado atrás. Un perfecto centro de Broking dio lugar al temido cabezazo de Cross en el minuto 102, y el West Ham volvió a ponerse por delante. En la segunda mitad de la prórroga, ya sin Paco, al que sustituyó Ramírez, el Castilla hizo un hermoso esfuerzo ofensivo, descubriéndose en ocasiones ante los contraataques del West Ham. En uno de ellos, en el último minuto, llegó el quinto tanto inglés, que remachaba la eliminatoria.
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