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La empresa Nervacero tiene previsto reiniciar la producción esta semana

La dirección de la empresa siderúrgica vizcaína Nervacero dispone ya de los 1.100 millones de pesetas concedidos como crédito oficial extraordinario, con objeto de reactivar la producción de la factoría, detenida desde el pasado día 12 de diciembre. El próximo miércoles, según informaron fuentes del comité de empresa a Europa Press, comenzarán a funcionar definitivamente diversas secciones de la factoría y, es previsible, que cuando se ponga en marcha el complejo industrial sea llevado a la práctica el expediente de regulación de empleo, que afectará de forma rotatoria a 180 de los 920 trabajadores de plantilla.

Dos hornos y dos calderas entrarán en funcionamiento a partir del miércoles en la sección de acería con una distribución del trabajo en cuatro turnos. En laminaclón 1 se dispondrá de tres relevos, y en laminación 2, de dos relevos.De los 1.100 millones de pesetas, doscientos han quedado automáticamente apartados para su devolución al Banco de Crédito Industrial, que los adelantó el pasado mes de junio, cuando aún se negociaba un clásico plan de viabilidad, para que la empresa pudiera hacer frente a las nóminas de la plantilla.

De los novecientos millones de pesetas restantes se están utilizando aproximadamente quinientos. De ellos, 120 habrán de ser repartidos entre los empleados, como pago de la deuda salarial que la empresa tiene contraída, y que en total asciende a 333 millones de pesetas.

No obstante, y de acuerdo con el primero de los siete puntos exigidos por el anterior vicepresidente del Gobierno para Asuntos Económicos, Abril Martorell, 213 millones de pesetas de los 333 adeudados pasarán al activo para negociar su devolución a los trabajadores el próximo año 1982.

El cobro de los 120 millones de pesetas por los 920 operarios de Nervacero tendrá efecto entre los días 22 y 27 del presente mes.

Con la concesión de los mencionados 1.100 millones de pesetas de crédito extraordinario se cierra un conflictivo proceso de reivindicaciones laborales y se facilita la puesta en marcha de los procesos de producción de una factoría que dispone de la tecnología siderúrgica no integral más avanzada.

La solución al conflicto de Nervacero necesitó espectaculares acciones por parte de los trabajadores y varias rondas de negociación con el Gobierno.

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