La postura de patrocinadores y organizadores será decisiva
Dadas las actuales divergencias entre los constructores y pilotos de fórmula 1, de una parte, y el presidente de la Federación Internacional del Deporte del Automóvil (FISA), el francés Balestre, de otra, que difícilmente tendrán solución mientras que el actual presidente siga al frente de la FISA, los pilotos y constructores sólo tienen dos posibles opciones: adaptarse a los caprichos de Balestre o crear un campeonato del mundo paralelo.
En el primer caso, el adaptarse de una forma definitiva a un hombre y una organización cuyas contradicciones son públicas y notorias supondría que la batalla mantenida a lo largo de todo este año no habría tenido ningún sentido y también dejaría a pilotos y constructores a merced de Balestre y de lo que éste quiera modificar a su antojo en el futuro.Por contra, para crear un mundial paralelo, la Asociación de Constructores de Fórmula 1 (FOCA), que preside el británico Bernie Ecelestone, tendría que romper de forma definitiva con la FISA. Y esta ruptura traumática acarrearía muchos problemas federativos de toda índole para los pilotos -algunos de ellos corren también en otras competiciones controladas por la FISA-, constructores -también algunos en el mismo caso anterior- y patrocinadores, que sentirían sobre sí el peso de la venganza de una federación internacional que ya ha demostrado su enorme capacidad para ello.
Sin embargo, para que pueda llevarse a cabo el proyecto de un campeonato mundial paralelo al federativo -si es que el federativo sigue adelante, porque, también pudiera ser que este último fracasara y, paradójicamente, quedara sólo el paralelo-, la FOCA contaría además con dos importantes problemas que tendría previamente que superar. El primero de ellos, que los patrocinadores, con cuyo dinero los constructores son capaces de crear los coches y mantenerlos en carrera, se mantengan del lado de los paralelos y se enfrenten a la federación internacional, postura difícil, dada la fuerza de ésta. Solamente el paso del tiempo y el éxito de público y la presencia de la televisión en las carreras paralelas podría hacer recapacitar a unos patrocinadores que, en el fondo, lo único que pretenden es obtener una rentabilidad publicitaria a su costosa -e imprescindible- inversión.
El otro gran problema asuperar es el de contar con suficiente número de circuitos donde poder disputar las carreras. En la actualidad, la FISA dice tener de su parte no menos de trece circuitos -aunque en su optimista cifra incluye al español del Jarama, que no se ha manifestado en ningún momento en apoyo de la federación internacional, con la que mantiene todavía un importante litigio-, mientras que la FOCA afirma que son quince los circuitos dispuestos a apoyar la posible aventura de un mundial paralelo y al margen de la federación internacional.
Las grandes marcas, del lado federativo
En realidad, y dejando de lado la opción cierta de muchos circuitos que estarían encantados de recibir a ese mundial de fórmula 1 paralelo que contase con las grandes figuras conocidas del gran público, pero que no son conocídas por no formar parte del calendario actual del mundial, los circuitos que podrían componer ese mundial paralelo -quizá con la repetición de carreras en alguno de ellos- serían los siguientes: el de Argentina, los dos de Brasil, los norteamericanos, los canadienses, el surafricano, el mexicano, todos los británicos, el italiano de Imola -que organizaría la carrera bajo la bandera de San Marino- y el español del Jarama. Evidentemente, el número de pistas sería más que suficiente para que el mundial paralelo pudiera llevarse a cabo, disputándose un número de pruebas elevado.
Por su parte, la FISA, según comentarios de su propio presidente, ha anunciado que, si surgiese este mundial paralelo, ella Forzaría aún más la existencia del mundial federativo. Para ello no sólo -dice- cuenta con una serie de circuitos a su lado, sino que presionaría a las marcas fabricantes de automóviles que están en la fórmula 1 para que no fuesen al paralelo y se quedasen en el federativo. La FISA cuenta con el respaldo incondicional, aunque de alguna manera forzado por el hecho de su participación en otras actividades automovilísticas, de Renault -no puede pasar inadvertido el hecho de que sólo unos días después del acuerdo para retrasar la eliminación de las faldillas, y en una época de acuerdo entre ambas partes, Renault acudía a un circuito francés para, medio en secreto, probar un nuevo coche sin faldillas-, Ferrari y Alfa Romeo. La adquisición por parte de Talbot de la escudería Ligier podría hacer inclinar a ésta a ponerse del lado de Balestre, aunque la fuerte oposición de Guy Ligier al presidente de la FISA, al que conoce a la perfección, será siempre un freno importante para que este equipo se decante de este lado y no del del resto de constructores y pilotos.
De esta forma, el mundial federativo podría contar con un máximo de tres o cuatro equipos, mientras que el resto, el grueso del circo, con casi todas sus figuras, organizaría por su cuenta y riesgo el mundial paralelo. Si esto es así, del mero análisis cuantitativo y cualitativo de los componentes de uno y otro mundial parecen predecir sus respectivos futuros.
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