Un grupo empresarial aragonés intenta hacerse con el principal paquete accionarial de Bankunión

Un grupo empresarial aragonés negocia en estos momentos con algunos de los accionistas de Bankunión la posible compra de un importante paquete de acciones. Las negociaciones -según informaron a EL PAÍS medios competentes- no están aún concluidas, aunque, al parecer, existen ya algunos acuerdos de principio.

El paquete de acciones, que estaría en estos momentos a punto de ser transferido, es el que tiene la Fundación General Mediterránea y un grupo de sociedades afines a esta institución, que en conjunto representaría alrededor del 17% del capital social del banco. Fuentes próximas a Bankunión señalaron ayer que el paquete en venta no coincidiría necesariamente con este 17% y que la transacción podría realizarse finalmente con una parte del mismo o con su totalidad.

Los compradores

El grupo interesado por adquirir nuevas acciones de Bankunión está encabezado por José Ignacio Nonay Gil, un empresario aragonés que adquirió hace más de un año una sociedad del grupo industrial del banco, la empresa Ascoy, por una cantidad que superaría los quinientos millones de pesetas. Casi de forma simultánea, la familia Nonay compró un paquete de acciones del banco que representa en la actualidad alrededor del 5% del capital del mismo. En estos momentos, el capital social de este banco industrial es de 6.198,8 millones de pesetas, y está en curso una ampliación de capital del 10%.La empresa Ascoy tiene en explotación una finca de unas setecientas hectáreas en la provincia de Murcia, de la que se obtienen diversos productos agrarios que la sociedad comercializa, siendo éste su objeto social.

Las negociaciones actualmente en curso tendrían por finalidad incrementar la participación de este grupo empresarial en el capital del banco, lo que reforzaría la profesionalidad del mismo.

El grupo comprador podría convertirse, de esta forma, en el principal accionista del banco, papel que en la actualidad desempeña un grupo de personas, precisamente las que negocian la venta a los nuevos socios, agrupados en cierta medida en torno a la, figura de Pablo Bofill, actual vicepresidente de la sociedad y fundador del banco en el año 1963, en unión de otras personas que por entonces tenían un papel preponderante en el Banco Atlántico, tales como José Ferrer Bonsoms (también vicepresidente en la actualidad en Bankunión y con un cargo similar en el Banco Atlántico) y otros.

Desvinculación

De confirmarse la salida de este grupo de Bankunión, su desvinculación del sector bancar1o sería ya prácticamente total, con la excepción de José Ferrer, que probablemente permanezca en los dos puestos ya mencionados. Este grupo fue en su día el promotor de Bankunión y previamente habían transformado, en 1961, la vieja Casa Nonell, un banco local de Barcelona fundado en el año 1901, en el Banco Atlántico, cuyo centro de actividades se desplazó fundamentalmente a Madrid. En el Banco Atlántico, el mencionado grupo cedió la gestión ejecutiva al grupo financiero Rumasa hace cinco años, una vez que José María Ruiz Mateos se hizo con el paquete de acciones propiedad del Continental Bank de Chicago y, posteriormente, con el que el grupo fundador tenía todavía en el banco.

Consejo de administración

La operación que ahora se va a realizar en Bankunión, de confirmarse las negociaciones actualmente en curso, supondría finalmente una composición del consejo de administración y de los órganos rectores del banco sustancialmente diferente a la anterior, ya que es presumible que la venta de este paquete haga perder posiciones a los fundadores del banco. Estos cambios no afectarían, en todo caso, al equipo profesional que desde hace un año dirige el banco y que encabeza Manuel Azpilicueta, designado presidente de la entidad hace unas semanas, en sustitución de José Ferrer, que desde entonces ocupa el cargo de vicepresidente del banco.