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Baloncesto

La selección juvenil se mantiene entre las cuatro primeras de Europa durante seis años

La selección española juvenil se quedó sin medalla -cuarto puesto- en el europeo, que se disputó en Yugoslavia, después de que subió al podio en los últimos torneos continentales -1974 (plata), 1976 (bronce) y 1978 (plata)-, ya que, pese a ganar todos los partidos de la fase previa, perdió la semifinal y el encuentro que decidía el bronce, frente a la Unión Soviética y Bulgaria, respectivamente. La URSS se proclamó vencedora del Campeonato de Europa, y Yugoslavia y Bulgaria se adjudicaron la plata y el bronce.A juzgar por los resultados de los últimos europeos juveniles, se puede decir que el baloncesto español tiene ante sí un futuro halagüeño, que, ciertamente, se ve refrendado por las no menos buenas clasificaciones de la selección senior. En cualquier caso, es justo resaltar que mantenerse durante seis años entre los cuatro primeros de Europa es un excelente balance. Ahora, como suele ocurrir en estos casos, este cuarto puesto sabe a poco.

Ignacio Pinedo, seleccionador del conjunto juvenil, manifestó a EL PAÍS que, aunque desilusionado, estaba satisfecho con la clasificación, que consideraba buena. «Algunos jugadores no estaban a tope y el equipo», dijo, «no era de la calidad y envergadura de otros años. Se ha hecho bastante», puntualizó, «y, si somos realistas, el cuarto es nuestro puesto el que nos corresponde. La URSS y Yugoslavia están muy por encima de todos. Después están igualados España, Italia y Bulgaria. Detrás forman u bloque similar Israel, Turquía República Federal de Alemania, Checoslovaquia y Suecia, y los más flojos fueron Bélgica Francia».

«Quizá más que nunca se ha impuesto el baloncesto fuerza la potencia y la tremenda envergadura de algunos jugadores en este torneo», dijo Nard Lombáu, preparador fisico del conjunto español. «Esta vez, la selección era más débil. Un dato es que tan sólo acudieron a Yugoslavia cinco jugadores de los que ganaron el preeuropeo en Lisboa. Sin embargo, los soviéticos eran verdaderos tanques, como máquinas de hace baloncesto. Yugoslavia tenía un gran equipo y con Bulgaria había gran igualdad. Se ganó en Lisboa -curiosamente, estuvieron a punto de no clasificarse si en el último partido España hubiera perdido con Portugal- y también en la fase previa, pero en este último choque las cosas no salieron bien y perdimos el bronce».

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