Críticas a la mascota de Los Angeles
Los norteamericanos han coincidido en señalar que Sam, el águila, mascota de los Juegos Olímpicos de 1984, que tendrán como sede Los Angeles, tiene poco de águila y mucho de loro. Sam es un ave diseñada por los estudios de Walt Disney.Para Harry Bernard, experto en estos temas, la mascota es José Carioca, famoso personaje de los dibujos animados de Walt Disney. Se trata de un loro disfrazado de águila, igual al que presenta el espectáculo de muñecos animados America Sings, en Disneylandia.
Los soviéticos sacaron como mascota olímpica a Misha, un oso blandengue y tontorrón; los norteamericanos, por no ser menos, han sacado un águila que es un loro. Las superpotencias se disfrazan como en la fábula, que el lobo se ponía la piel de oveja. El agresivo oso soviético y la voraz águila norteamericana se convierten, a efectos propagandísticos, en inofensivos animalitos, a fin de que se les pierda el miedo.
Los norteamericanos han propuesto, a través de los periódicos, como mascota a Ronald Reagan disfrazado de tío Sam, con un par de revólveres a la cintura, que daría así más la imagen de California y de sus orígenes cinematográficos. Sam, el águila, pretende ser simpático y hacer que también lo sea el tío Sam, el de la levita, la mirada directa, con melena blanca bajo el sombrero y el índice apuntando a quien lo mira.
La famosa imagen del tío Sam, que llegó a convertirse en el símbolo de la llamada patriótica a la guerra contra los nazis, ha ido erosionándose hasta el extremo de convertirse en loro. Es un loro, eso sí, con cuello de pajarita, chistera con los colores de la bandera estadounidense, bizco y todo pico. Los republicanos dicen que parece Carter.
Ahora habrá que sufrir, inevitablemente, durante los próximos cuatro años venideros, series de dibujos animados en los que Sam será el héroe, ayudará a los buenos y dará ejemplares lecciones a los malos. Los estudios Walt Disney ya las están preparando.
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