Yo, Claudio.
Imperio de terror (capítulo séptimo). Antonia advierte a su hijo Claudio que Tiberio está aniquilando a todos aquellos que podrían sucederle. Druso, segundo hijo de Agripina, piensa aterrorizado que ha llegado su turno. El César desaprueba el matrimonio entre Sejano y Livia -mujer que asesinó a su esposo, Cástor-, pero aceptaría que éste se casase con Helena, la joven hija de Livia. Apicata, mujer de Sejano, reclama la custodia de sus hijos, mientras que Antonia encuentra pruebas de que Sejano y Livia envenenaron a Cástor y planean ahora eliminar al César. Antonia quiere que Claudio vaya a Cartago para advertir a Tiberio del peligro.
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