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Los torneos de verano, un próspero negocio para Fernando Torcal

Los torneos futbolísticos se suceden durante el mes de agosto, para solaz de los aficionados, que gracias a ellos cortan su mal sufrida abstinencia de un mes sin fútbol. Tras ese incesante ir y venir de equipos por toda España se mueve un hombre de metro y medio que gracias a su capacidad de trabajo y a su habilidad ha sabido ganarse la confianza de clubes y ayuntamientos. Se llama Fernando Torcal, maneja un presupuesto anual de unos seiscientos millones y es el monopolizador del negocio.

Fernando Torcal tiene cuarenta años y un próspero porvenir. Comenzó como administrativo en la gestoría propiedad de uno de sus hermanos y después pasó a trabajar con Luis Guijarro, un intermediario célebre años atrás, pero que ha ido perdiendo peso. Después se asoció con Alfonso Aparicio para trabajar también como intermediario, hasta que decidió independizarse. Se ofreció al Ayuntamiento de La Coruña para hacerse cargo del Teresa Herrera, un torneo que estaba de capa caída: «Lo revitalicé, y ahora se ha convertido en uno de los más importantes. Tiene un presupuesto alto, de treinta millones, y este año ha dejado siete de superávit».Poco a poco, otros ayuntamientos, clubes o particulares que organizan torneos de verano fueron acudiendo a él. Su trabajo es sencillo: de acuerdo al presupuesto que le dicta el organizador, busca los equipos y monta el torneo. Suele ir a un porcentaje en pérdidas o en ganancias: «Naturalmente, hay que buscar un interés para que vaya el público, porque si no, viene el fracaso económico. Hay que buscar una rivalidad, como el Madrid-Spórting en el Teresa Herrera, o el Madrid-Real Sociedad, en el de Palma. O un duelo entre europeos y suramericanos, o la presentación de alguna gran figura, como Zico o Maradona, o algo así».

Casi todos los torneos se montan con la vista puesta en una final concreta. Incluso puede decirse que el éxito económico queda muchas veces supeditado a que se llegue a la final soñada: «Es evidente que esto, más que fútbol competición, es fútbol espectáculo. No hay que tomarlo por la tremenda. En estos torneos se busca, por un lado, que los equipos españoles completen su preparación de pretemporada y que alternen con el fútbol de otros países, lo que les resulta muy útil, y por otro, se busca la diversión para el público. En La Coruña o en Palma, por ejemplo, no siempre tienen la oportunidad de ver en acción al Madrid, a la Real o al Spórting, así que a todos nos interesa verlos en la final. Por eso se evita que se enfrenten entre sí antes, pero lo que no se hace nunca es adulterar el desarrollo normal de los partidos. Digamos que se pone al Madrid y a la Real con equipos a los que se supone que deben ganar».

El Madrid, el más caro

Para el éxito económico hay que especular con el precio de cada equipo y con su capacidad de convocatoria de público. El más caro es el Madrid: dieciséis millones por torneo. Pero para Torcal no hay duda de que es también el más interesante: «El Madrid llena donde va». Por eso se acepta su exigencia de jugar siempre el primer día, a fin de contar con veinticuatro horas de descanso más que el otro finalista: «Sí, al Madrid hay que darle lo que pida, porque para eso es el Madrid. Tiene una historia y un presente. Ningún equipo del mundo consigue mantenerse tantos años en ese plano». El Barcelona queda lejos de la cotización del Madrid: diez millones. Y el Atlético «este año anda tan mal que no puede pedir lo que acostumbra. Su cotización ha bajado».Otros equipos vienen por mucho menos dinero. Torcal suele utilizarlos para varios torneos. Se les pagan los viajes, las estancias y una pequeña cantidad de dinero: «Para ellos es bueno, por lo mismo que hemos dicho antes. Viajan, conocen un país, se entrenan ante equipos fuertes y se embolsan algún dinero». El espectáculo suele resultar, pero el público lo paga caro. En Palma, la localidad más barata, de pie, costaba ochocientas pesetas: «Pero al público le gusta el fútbol. Pese a todo lo que se habla de que hay crisis en el fútbol, la verdad es otra. Estos torneos son rentables en su gran mayoría».

Continental Deportes

Fernando Torcal organizó una sociedad llamada Continental Deportes. Tiene una oficina en Madrid con cinco empleados, y durante el mes de agosto trabajan con él quince personas más. Tiene también corresponsales en muchos países. Pasa unos doscientos días al año montado en un avión, y al final de la temporada Continental Deportes factura unos seiscientos millones, más que la mayoría de los equipos de Primera División. Se ha quedado solo en el negocio. Los demás organizadores han desaparecido: «No creo que todos los ayuntamientos, clubes y organizadores que recurren a mí sean tontos. Supongo que lo hago bien».No todo resulta sencillo. A veces falla a última hora un equipo contratado. O falla la figura del equipo, que es tanto como si fallase el equipo: «Con esos clubes que tienen un gran astro, como Zico o Maradona, en el contrato se especifica que debe jugar la estrella. Y si está lesionada o por alguna razón no puede venir, el club cobra menos. Comprenda que así como el Madrid interesa por sí mismo, aunque le falten uno o dos jugadores, el Argentino Juniors, sin Maradona, no vale ni la décima parte. Y algo parecido pasa con el Flamengo y Zico. Pero, generalmente, no hay fallos, más que por causas de fuerza mayor. Yo sólo suelo contactar con clubes cuya seriedad conozco. Y a ellos mismos les interesa cumplir, porque así se les llama para más adelante. Y esto de los torneos de verano interesa».

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